Compostela suena en negro

La música popular del siglo XX no se entendería sin la aportación fundamental de la música negra. El mundo tuvo noticias del soul, una mezcla de la espiritualidad religiosa del gospel y de los ritmos bailables, a través del exquisito Ray Charles, y a partir de ahí la gente ya nunca pudo parar de mover los pies. A través de la comunidad afroamericana la música negra se expandió, propició un sinfín de géneros y décadas después, sigue más vigente que nunca en multitud de grupos y festivales que veneran todo lo que suene `negro´.

Desde hace cuatro años, Compostela celebra el Outono Códax Festival, el gran evento de la música negra de todo el noroeste peninsular. “Después de cuatro años se puede decir que nos consolidamos. La gente repite, trae a otra gente y cada vez vendemos más abonos”, afirma Fran Villasenín de A Reixa, que con Raíña Producións organizan este evento desde la iniciativa privada y con un formato inusual. Se desarrolla durante tres sábados consecutivos en la Sala Capitol de Santiago, que acostumbra a estar atiborrada de un público ávido de baile. “No es un público festivalero. Podría decirse que esto es más un ciclo, pero el que viene una vez acaba viniendo la siguiente”, explica Villasenín sobre las peculiaridades de este evento sobre el que este año confiesa con orgullo que “el carte quedó redondo”. El cartel lo encabeza la reina del soul de Nueva Orleáns, Irma Thomas, que actuará el sábado 27, y también destacan Ray Gelato and The Giants, un incombustible crooner que revisó el concepto de las bandas de baile de los años 40 y 50 para ponerlas de nuevo de actualidad, siempre con el swing como bandera.

La primera jornada del Outono Códax Festival será este sábado y la apertura correrá a cargo de otro histórico como Sonny Knight, acompañado de su banda The Lakers. Knight es un artista de una gran exuberancia vocal, que domina los terrenos del soul y poseedor de una curiosa trayectoria personal. Sonny Knight (Mississippi, 1948), hizo su debú en la industra discográfica en 1965, cuando solo tenía 17 años bajo el nombre de Little Sonny and The Cymbols. Sus obligaciones militares lo alejaron de la música durante tres años pero a la vuelta del ejército, la que se intuía prometedora carrera no cuajó. La despiadada industria discográfica lo engulló y lo arrinconó poco a poco. Decepcionado, a finales de los setenta abandonó la música e inició una nueva vida como camionero. En los años 80 y 90 Knight conducía su camión de largos trayectos por las autopistas americanas y paraba en los pueblos a matar el gusanillo cantando en decadentes karaokes.

Pero el destino también tiene a veces tiene sus dosis de cabezonería y recientemente, en el año 2012, el álbum recopilatorio “Twin cities Funk & soul” (Secret Stash Records), volvió a poner a Sonny Knight en la ruta, esta vez de nuevo como artista en locales emblemáticos y no como camionero cantando en karaokes de pueblo. “Recorrer ahora como artista las carreteras que hace unos años recorría como camionero resulta emocionante para mi”, declaró en una entrevista reciente.

Knight fue invitado a varias presentaciones para dar a conocer las viejas músicas a las nuevas generaciones y ahí comenzó su segunda vida. Con 66 años a cuestas este gran soulmen disfruta de su segunda oportunidad en la música y su redescubrimiento está causando sensación, como muestra que ha sido reclamado para actuar en Europa por primera vez desde que empezara su carrera hace casi 50 años.

  Antes de Knnight y The Lakers, por el escenario de la Capitol pasarán TT Syndicate, banda formada por experimentados músicos de la escena negra portuguesa. Formada en Oporto en 2012, la banda basa su explosivo directo en un repertorio de northern soul, rythm´blues y sonidos de los sesenta. Previamente, los encargados e abrir el concierto serán la banda gallega The Lákazans, un grupo de buenos músicos de Boiro con un solvente directo, entre los que están Fran Velo, bajista de Heredeiros da Crus. The Lákazans basan su repertorio en versiones de country, blues y rock´n roll clásico.

“Aquí viene gente de entre 50 y 60 años y vienen sus hijos de entre 20 y 30 años. Se ha convertido en un festival intergeneracional y eso no pasa en muchos festivales”, sentencia Fran Villasenín para resumir esta cita musical que este sábado comienza a las 21,00 horas en la Sala Capitol de Santiago, con un precio de 20 euros por concierto en venta anticipada y 24 euros en taquilla. El bono para los tres conciertos cuesta 46 euros.

El Outono Códax Festival también tiene otras actividades como la exposición “Poptraits”, del diseñador Fausto Isorna en la Fundación Granell, sobre músicos y artistas vinculados con la sala Nasa en los años 90, o las sesiones “Out”, de bandas que tocarán en la calle –si el tiempo lo permite- como reclamo el día anterior a cada concierto. Como siempre, cada jornada finalizará con las sesiones de dj posconcierto en el Bar A Reixa, con selecciones específicas de música negra. Un año más, y van cuatro, Compostela sonará `negro´. Y parece que no será el último, porque Villasenín ya anticipa: “hemos hecho muy buenos contactos de cara al próximo año”.