La oposición y los vecinos rechazan convertir el Palau de Mar en un hotel

La oposición y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB) expresaron ayer su rechazo a los planes de la empresa Pórtico de Mar para convertir la antigua sede del departamento de Bienestar, en la Barceloneta, en un hotel. Solo el PP se mostró favorable al proyecto, aunque pidió que la concesión, que se termina en cinco años, se tramite con la mayor transparencia. Una nota oficial del Ayuntamiento dice que el plan no se ejecutará, contradiciendo al alcalde Xavier Trias que aseguró en una rueda de prensa que el promotor tendría “que hacer todos los trámites”.

La noticia del plan hotelero, que implicaría la inversión de 30 millones de euros, no fue bien recibida por los vecinos del barrio marinero, en pleno debate sobre la saturación turística. “El malestar por los pisos turísticos solo es la punta del iceberg del problema de la gestión del turismo. Una vez más el Puerto actúa de pista de aterrizaje para las inversiones de capital especulativo”, denunció Lluís Rabell, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). “Este anuncio sigue con la dinámica de especulación en el frente marítimo que comenzó con la marina del Port Vell y que aumenta la presión gentrificadora sobre la Barceloneta”, dijo el líder vecinal.

Desde hace tiempo corrían rumores sobre las intenciones de Pórtico de Mar, filial de Sociedad General Inmobiliaria de España, para intentar cambiar el uso de uno de los edificios de los Almacenes Generales de Comercio para así darle una salida comercial. El intento del grupo parlamentario de CiU en el Congreso de los Diputados para modificar la ley de Puertos y hacer posible que el Palau de Mar fuera un hotel fue el que puso de manifiesto las intenciones del Puerto de Barcelona.

"Si quieren un hotel, tendrán que hacer todos los trámites”, afirmó el alcalde

La crítica más fuerte vino por parte del líder ecosocialista Ricard Gomà que denunció “el cinismo vergonzoso de Trias y su equipo de gobierno, que prometen a los vecinos de la Barceloneta hacer frente a la sobreexplotación turística del barrio mientras proyectan abrir un nuevo hotel”.

A parte del PP, que no se opone al proyecto, los demás grupos también expresaron sus dudas. “La zona no soporta más presión hotelera, se necesitan más equipamientos sociales, no hoteles”, pidió el alcaldable socialista Jaume Collboni. Jordi Portabella, presidente de Unitat per Barcelona dijo que le parece “inverosímil” que el Puerto decida dónde van los hoteles. “Está fuera de lugar que el Estado se quiera enriquecer a través del Puerto de Barcelona”, criticó el líder republicano.

El Ayuntamiento, por su parte, cambio ayer dos veces de posición sobre el proyecto. Si se consumaran los cambios en la Ley de Puertos, el Consistorio tendría que aprobar un plan especial para que el hotel salga adelante. El lunes, un portavoz del Ayuntamiento se mostró enfático en rechazar el proyecto, pero ayer Trias, en una rueda de prensa, aseguró que no había “un rechazo” sino que todo tenía que “hacerse con orden”. “Si quieren un hotel, tendrán que hacer todos los trámites”, aseguró el alcalde. Por la tarde, sin embargo, el Consistorio volvió asegurar que el plan no saldría adelante y que CiU había retirado el cambio legislativo por petición de Trias.