A Coruña estrena un albergue para pobres pagado por Amancio Ortega
Una fundación benéfica gestionará las lujosas instalaciones, que han costado 25 millones de euros
Casi un centenar de niños, de cero a tres años, inaugurarán mañana en A Coruña la escuelainfantil que integra, en una pequeña esquina, el nuevo macrocentro benéfico social de la institución Padre Rubinos. Pagadas por la Fundación de Amancio Ortega, el creador y dueño del imperio textil Inditex, estas modernas instalaciones de 15.882 metros cuadrados, repartidas en varios edificios diáfanos y luminosos situados en torno a un gran patio abierto con zonas verdes, están esencialmente pensadas para atender ancianos, con una residencia para 146 personas y un centro de día con 40 plazas, y sobre todo a los más pobres gracias a un comedor con 165 cubiertos en cada turno, un centro de atención continuada para 77 usuarios así como un albergue para transeúntes con 70 camas para estancias cortas y 40 para reinserción.
“Queremos evitar la indigencia callejera”, recalcó ayer en una visita al macrocentro Eduardo Aceña, presidente de la entidad Padre Rubinos. Ya no quedan plazas libres en un centro que duplica el número de ancianos que atiende hasta ahora esta institución benéfica de índole religiosa que lleva casi un siglo arraigada en A Coruña.
Una nueva y completa sede cuya principal ventaja es la de ofrecer una mejor y más completa atención a los más necesitados y con menores recursos. Se innovarán de hecho programas de inserción, así como “itinerarios sociolaborales de carácter personalizado” para facilitar a los más pobres la busca y conservación de un empleo.
Hace ya cuatro años que, con la mediación del Ayuntamiento, la fundación del tercer hombre más rico del planeta decidió comprometerse con los más necesitados de la ciudad aportando la financiación para construir y amueblar este gran edificio. Diseñado por la arquitecta Elsa Urquijo, costó 25 millones de euros. La fundación del multimillonario dueño de Inditex completará la ayuda con otros tres millones para crear un parque público en el entorno del centro, que también se pretende abierto y accesible a todos los vecinos de la ciudad.
La entidad Padre Rubinos pretende conservar su actual sede, y aunque de momento no tiene decidido su uso concreto, espera poder continuar con actividades sociales. Los 280 cubiertos que sirve en total cada día en su comedor pasarán a ser 330 en unas nuevas instalaciones que incluyen capilla, salón de actos, aulas de trabajo y la residencia para una orden de religiosas.
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