Las vaquillas vuelven a las fiestas de Bilbao tras 17 años de ausencia

“Kalean gora kalean behera, kalean gora zezena”. Así dice la canción popular, la que recuerda instantes de las antiguas fiestas de Euskal Herria. Los festejos con los toros en las calles han sido y son todavía una constante en muchos pueblos del País Vasco.

Bilbao había dejado en el olvido en los últimos años la célebre sokamuturra, pieza básica de las primeras Aste Nagusia. Son célebres las imágenes de la vaca ensogada por las calles del Arenal que fueron portada de muchos periódicos, porque durante la madrugada había un momento en que era necesario alargar la noche hasta que comenzaba aquella tradición.

Después, se desplazó hasta la plaza de toros y durante la década de los ochenta era parte de la fiesta realizar un desfile mañanero hasta la plaza de Zabalburu como despedida de una noche de juerga. Miles de personas abarrotaban el coso de Vista Alegre; en el ruedo, los jóvenes y en los tendidos, un buen número de familias con los más pequeños de la mano de sus aitites.

Por sorpresa llegó una ordenanza que obligó a cobrar entrada para controlar el aforo y mató la tradición, porque el fin de fiesta no necesitaba ya de vaciar los bolsillos aunque fuera de forma testimonial. Fue un palo desde el Gobierno vasco, que de esa manera fue minando distintos festejos populares que no interesaban promocionar. Una estrategia que acabó con las vaquillas de Bilbao y otras localidades.

Han pasado 17 años desde que saliera la última vaquilla en las matinales de Vista Alegre. Este fin de semana se recuperará esta tradición, que nadie espere que los tendidos presenten los llenos de antaño, porque los que hoy andan de madrugada por las calles de la Villa ya no recuerdan aquellos festejos y los abuelos de la actualidad no se han acostumbrado a madrugar para levantar a los más pequeños y llevarlos de camino a la plaza antes de las ocho de la mañana.

La Junta Administrativa de Vista Alegre ha apostado por recuperar las tradiciones

Será un reto que habrá que trabajarlo mucho, pero los rectores de la Junta Administrativa de la Plaza de toros de Vista Alegre han apostado por recuperar las tradiciones de Bilbao. Mirar al pasado y recuperar los diferentes eventos que tienen un significado en la ciudad.

El domingo comenzaron estos festejos denominados tradicionales, en los que se trata de jugar y recortar con los astados sin herirlos. Juan Nieto, un valenciano de Museros, se alzó con el triunfo en una final en la que rivalizó con el madrileño Paquito Murillo, el mejor en la modalidad de saltos, y con Jonathan Estébanez, Peta, triunfador en los recortes.

El concurso se desarrolló en la plaza de Toros de Bilbao ante más de 3.000 espectadores, muchos de ellos jóvenes, y con un formato atractivo que agrupó a los doce participantes en cuartetos por modalidades. Primero fueron los recortes, después los saltos y finalmente los quiebros.

El vitoriano Sergio Valle acompañó a Estébanez en el primer estilo, mientras que el riojano Sergio Urruticoechea en saltos y el castellonense Dani Rubio, en quiebros, fueron los otros semifinalistas.

Este viernes y el fin de semana será el turno de las vaquillas, a las ocho horas, con divertidos juegos tradicionales para los más atrevidos a medirse con las reses del Alto de Itziar del Marqués de Saka. Los festejos comenzarán a las 8 de la mañana y la entrada tendrá un precio único de cinco euros, y será gratis para los menores de seis años.

En los últimos años, han nacido algunas asociaciones en Euskadi que están promocionando este tipo de espectáculos y en Bilbao pueden tener una oportunidad para vestirse de largo.