El PP de Elche exhibe sus trapos sucios al enfrentarse a su concejal rebelde

El Partido Popular de Elche se tiró ayer los trastos a la cabeza durante un pleno sobre Sanidad, hasta el extremo de avergonzar a algunos de sus concejales. La salida de Cristina Martínez, responsable hasta hace un mes de la Atención Primaria y la Sanidad ilicitana, está dañando más de los que se presuponía a la alcaldesa Mercedes Alonso, promesa de unos populares ávidos de referentes en la Comunidad Valenciana.

El pleno, convocado por los socialistas tras las críticas realizadas por Martínez sobre la sanidad de Elche, fue un guirigay en toda regla. Hubo gritos, aplausos exagerados y abucheos para unos y otros, así como comentarios muy personales.

El portavoz popular Manuel Rodríguez dijo de su excompañera hasta el sueldo que cobró como miembro del equipo de gobierno y acabó pidiendo “perdón” a los ilicitanos por elegir “a esta persona”, a la que acusó de no hacer su trabajo ni informar de las deficiencias del área que dirigía. “Nos ha engañado”, dijo mirando a un público nutrido de alcaldes pedáneos, cargos elegidos a dedo por Alonso.

Rodríguez negó todo lo denunciado por Martínez antes de su cese por la consejería de Sanidad: citas a meses vista para atención especializada, valoraciones de pacientes en manos de administrativos, el traslado de enfermos mentales del hospital del Vinalopó, de gestión mixta, a un centro de Torrevieja (gestionado por la misma empresa).

Martínez se revolvió desde su escaño incluso fuera de turno, momentos en los que Alonso apagó su micrófono. Acusó a su antiguo partido de mirar a otro lado y se reafirmó: “Tenemos una sanidad de artificio” llegó a decir esta médica de una ciudad con tres hospitales y dos modelos de gestión, uno público y otro privado.

Desde las propias filas populares, la edil de Comercio, María José López, salió en ayuda de Martínez. “Nos hemos equivocado con Cristina”, criticó López al tiempo que destacó positivamente su labor y consideró que se ha de “debatir con más inteligencia”. Algún miembro del equipo de Alonso dijo fuera del pleno haber sentido “vergüenza” por lo ocurrido.

Fue “una vendetta”, en palabras del socialista Emilio Martínez. De sanidad poco se habló en un pleno que solicitaron los socialistas y la alcaldesa convocó con 48 horas justas de antelación. El resultado final fue paradójico: el pleno votó a favor de la propuesta socialista para elevar al Consell un informe con mejoras sanitarias; sin embargo, la alcaldesa no incluyó el documento socialista en el expediente que se enviará a Valencia al haberse entregado en las 48 horas previas. Con lo cual, cualquier expediente que llegue Sanidad lo hará vacío, sin quejas.