Hamilton regresa a Cadaqués
Una muestra en la Costa Brava se suma a la gran retrospectiva madrileña
Hasta hace tres años cuando le llegó la hora, Richard Hamilton (Londres, 1922 - 2011) nunca faltó a su cita anual con Cadaqués. El hombre que con el arte pop dio un giro inesperado a la estética de la segunda mitad del siglo XX, descubrió el pueblito de la Costa Brava a finales de julio de 1963, gracias a Marcel Duchamp. La carta donde Teeny, esposa del creador del célebre urinario, le explica cómo llegar para evitar las colas de agosto, es uno de los curiosos y a menudo inéditos documentos que se pueden ver en la muestra que la Galería Cadaqués inauguró ayer en la localidad homónima.
“Llegó por la ruta de atrás, no por el camino por donde vinieron el paisajismo de Meifrèn, el modernismo de Pichot, el cubismo de Picasso, el surrealismo de Dalí y el conceptualismo de Duchamp”, asegura el teórico Vicenç Altaió, comisario con Huc Malla, director de la galería, del proyecto que consta de dos exposiciones.
En la primera Master in print, mestre de múltiples, que se pudo ver a lo largo del mes de julio, se mostraron las obras más emblemáticas junto con rarezas y agrupaciones poco vistas, mientras que la segunda Richard Hamilton-Cadaqués, que se mantendrá abierta hasta el 15 de septiembre, se centrará en la relación entre el artista y el pueblo costero. “Se trata de muestras de cierta forma complementarias de la gran retrospectiva que se inauguró en el Museo Reina Sofía de Madrid a finales de junio, tras su estreno en la Tate Modern de Londres”, indica Malla quien ha contribuido generosamente a la exhibición comisariada por Vicente Todolí y Paul Schimmel con un préstamo de veinte obras, 14 de la galería y seis de su colección personal.
La primera relación icnográfica de Hamilton con Cadaqués se remonta a 1940, mucho antes de que conociera personalmente el pueblo. “El joven aprendiz de grabador, que por aquel entonces tenía 18 años, retrata a un grupo de exiliados de la guerra civil que se reunían cerca de su casa para bailar sardanas”, recuerda Altaió, que aborda las obras de Hamilton a partir del proceso creativo, exponiéndolas juntos con sus placas, pruebas de color y los demás materiales que integran el trabajo del grabador. Es el triunfo del arte pop, una definición que se utilizó por primera vez en 1956, en la exposición This is Tomorrow en la Whitechapel Art Gallery de Londres. “Hamilton, apartándose del criticismo nihilista y de la Internacional situacionista, reivindica un nuevo estilo profesional y un arte que contempla la gráfica y el montaje de exposiciones como un formato de expresión artístico por derecho propio, al margen de las obras y los objetos”, explica Altaió, que ha conseguido reunir todas las piezas de la serie Swingeing London, que reproducen la icónica imagen de Mick Jagger y su galerista Robert Fraser, ambos esposados, durante un célebre proceso por posesión de drogas.
Tampoco podía faltar su intervención de la gráfica publicitaria del licor Ricard y el collage para el Festival Internacional de Música de Cadaqués. Entre las piezas más curiosas destaca una secuencia de fotos de Hamilton en el bar Melitón de Cadaqués y la portada del disco Canciones de Cadaqués, cantadas a la guitarra por el propio Hamilton, junto con el artista alemán Dieter Roth y el perro Chispas Luis.
La muestra incluye varias fotografías, en las que se reconocen artistas célebres y el marchante ítalosuizo Lanfranco Bombelli, fundador de la galería Cadaqués, que abrió al arte de Hamilton las puertas de la Barcelona de la década de 1970 y la España de la transición a la modernidad.
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