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La estación de Metro de Nuevos Ministerios tendrá un área comercial

Metro sustituirá la zona de facturación de maletas por locales y un aparcamiento

Vestíbulo de la terminal aeroportuaria abandonada en la estación de metro de Nuevos Ministerios
Vestíbulo de la terminal aeroportuaria abandonada en la estación de metro de Nuevos MinisteriosGorka Lejarcegi

Después de ocho años de abandono, el área de facturación de maletas de la estación de Nuevos Ministerios se convertirá en un centro comercial a mediados de 2015. Este es el plan del Ejecutivo regional, que pretende quitar el polvo a los 35 mostradores que ocupan los 2.270 metros cuadrados del complejo y reactivar la zona fantasma en la que se ha transformado el ambicioso proyecto del entonces presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón (PP). Las obras de ampliación de la línea 8 de metro, en las que se incluyó la construcción del área de facturación que permitía a los viajeros registrar sus maletas en la macroestación situada en el corazón financiero de Madrid, supusieron una inversión de unos 280 millones de euros con cargo a las arcas regionales. Doce años después, el Ejecutivo de Ignacio González, también del PP, ha decidido demolerla para transformarla en un espacio comercial que estará conectado con un aparcamiento de tres plantas con capacidad para 220 vehículos. El diputado responsable de Transportes del PSOE en la Asamblea de Madrid, José Manuel Franco, considera que “este es un ejemplo más de la falta de planificación del Gobierno madrileño”.

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La Comunidad ha convocado dos concursos —uno para la zona comercial y otro para el aparcamiento—, a los que podrán optar “todas las empresas que quieran”, según el consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos. Los interesados tienen un plazo de tres meses para presentarse y se adjudicará a aquellos que presenten la mejor oferta económica. “Nuestro departamento de marketing ha hecho muchos estudios y hemos llegado a dibujar un planteamiento con un pequeño supermercado y cuatro o cinco tiendas de comida rápida. Pero será el adjudicatario el que establecerá qué tipo de negocios se construyen. Puede ser un único supermercado o un gimnasio”, explica González. Las empresas tendrán que ofertar a Metro un canon anual de, al menos, 262.866 euros, tal y como se recoge en los pliegos de licitación y podrán explotar la zona durante 30 años.

Dudas de la oposición y de los comerciantes

La propuesta del Ejecutivo autonómico ha pillado por sorpresa a los casi 40 empresarios que regentan tiendas en el suburbano madrileño y a la Asociación de Comerciantes de Azca, barrio por el que pasan una media de 100.000 personas al día. Lula Torrejón, portavoz de la Asociación Comerciantes de Metro, opina que el mayor perjuicio irá para los negocios de la superficie. “Si acostumbran a la gente a comprar en el metro, se potenciará el comercio para todos”, considera esta mujer que administra una fotocopiadora en la estación de Plaza Castilla. El gerente de la Asociación de Comerciantes Pro Azca, Carlos Vermúdez, asegura que “todo comercio es bienvenido, pero tendrá que aportar algo diferencial” para competir con el alto volumen de negocio que hay en la zona.

Los grupos de la oposición se muestran más críticos. “El Gobierno Regional demuestra una falta de planificación impresentable”, declara José Manuel Franco, diputado socialista en la Asamblea de Madrid. “No hay derecho a que una infraestructura que se construyó hace pocos años y en la que se invirtieron millones, se derribe y se de paso a lo que eufemísticamente se podía llamar iniciativa privada”.

La portavoz de UPyD en la comisión de Transporte, Loreto Ruiz de Alda, añade que “sorprende que sea precisamente Metro quien venda plazas de aparcamiento para ir al centro en vehículo privado, cuando lo que tendría que hacer es potenciar el transporte público”.

Eddy Sánchez, coordinador regional de IU, opina que “no se puede basar la recuperación del empleo en torno a grandes superficies comerciales que abundan en Madrid”. “Si lo que pretende Metro es saldar su deuda”, dice, “debería cancelar los contratos de alquiler de vagones que están parados en las cocheras”.

El proyecto pretende ampliar también la zona de aparcamiento, que actualmente cuenta con 60 plazas que, según González, se habían explotado hasta hace casi dos años que venció el contrato. Ahora se prevé utilizar las zonas que “quedaron en bruto” cuando se hicieron las obras en la estación de Nuevos Ministerios en 2001 y construir tres plantas de parking. “Está pensado para las personas que quieran ir al aeropuerto o para aquellas que quieran hacer cualquier tipo de gestión en el paseo de la Castellana”, aclara el consejero. Quien explote el nuevo aparcamiento —por un periodo de siete años— tendrá que pagar un canon anual a Metro de 298 euros por plaza en caso de que solo comercialice la zona que actualmente está ya habilitada, o de entre 523 y 635 en función del número de plazas que se construyan finalmente. El canon mínimo anual, en cualquier caso, ascenderá a 38.700 euros. Y si la empresa adjudicataria logra unos ingresos brutos de explotación de más de 500.000 euros anuales, Metro obtendrá un canon variable del 3% sobre esos ingresos, además del canon fijo.

El directivo asegura que hasta ahora “no se había visto la posibilidad de reactivar la zona”, pero considera que este es un momento adecuado porque, según explica, “todos los indicadores macroeconómicos apuntan a que hay más inversión por parte de los empresarios”. Estima, además, que este proyecto “es una oportunidad para incorporar nuevos ingresos a Metro que no provengan de las tarifas que pagan los usuarios”, lo que repercutiría —dice— en la posible congelación del precio de los billetes.

Nuevo Ministerios, con sus 185.000 viajeros de media al día, es la tercera estación con mayor tránsito después de Vodafone Sol y Moncloa, pero “no cuenta con ningún comercio de Metro. Solo hay de Renfe”, afirma González. “Por lo tanto, no hay posibilidad de competencia desleal”, garantiza.

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