Fenosa se libra de pagar por renunciar a megavatios eólicos

Alguna huida se temía la Consellería de Industria en febrero cuando a través de una simple circular estableció como norma que las empresas eléctricas que quieran renunciar a instalar la potencia eólica que la Xunta les adjudicó hace cuatro años lo puedan hacer sin que se resientan sus bolsillos. Aquel documento significa ahora mucho para Fenosa, la mayor beneficiaria del concurso fallado a finales de 2010, Finsa y Estela Eólica, las tres adjudicatarias que han desistido de todos o parte de sus proyectos. Cinco meses después de que el director general de Industria, Ángel Bernardo Tahoces, lo firmase, todas podrán abandonar sin perder ni un euro de los avales que depositaron en su día como garantía de que levantarían los aerogeneradores comprometidos.

Lo más llamativo de aquella circular que firmó el alto cargo de Industria es que fundamenta la devolución de los avales a las eléctricas que desistan de realizar las inversiones eólicas en tres artículos legales que no tienen nada que ver con el asunto. Cita el documento la Lei 8/2009 (artículo 40) y el Real Decreto 1955/2000 (artículos 59 bis y 66 bis), pero a lo que estas normas se refieren es, respectivamente, a la devolución de fianzas cuando se notifica la autorización para un parque eólico y a la no devolución de avales cuando se pide el acceso a la red de distribución.

Industria no pudo explicar ayer cuál es entonces la base legal en la que se fundamenta la devolución de avales a las adjudicatarias del concurso eólico que desisten de sus planes. Un portavoz del departamento explicó que el reintegro del dinero a las eléctricas “entra dentro de la normalidad” y que en cualquier proyecto de la Xunta se hace lo mismo cuando el adjudicatario actúa “de buena fe” y por “causas económicas” “Le damos facilidades al sector para que apuesten por los megavatios que sí son viables”, afirma Industria, en alusión a la eliminación de las subvenciones que recibían las eólicas por parte del Gobierno de Rajoy.

AGE, sin embargo, ve detrás de esta maniobra un “regalo” a Fenosa y una prueba más de la “connivencia” de la Xunta de Feijóo “con los grandes oligopolios de la energía”. El diputado Antón Sánchez denuncia que la circular de febrero modificó, como él entonces alertó, las condiciones de desestimiento “para beneficiar a los adjudicatarios en su incumplimiento de las condiciones de concesión del concurso”.

Fenosa renuncia al 40% de los 339 megavativos que ganó en la convocatoria de 2010 por “falta de viabilidad económica”, mientras que Finsa y Estela Eólica abandonan toda la potencia obtenida (207). Industria se felicitó ayer por que, asegura, “el 83,5% del concurso eólico sigue adelante” y ya ha generado 1.800 empleos desde 2011. Fuentes del sector confirmaron a este periódico que además de las tres empresas que han renunciado, otras tres han perdido sus 36 megavatios por incumplimiento de los compromisos: Vendavales Galaicos (18), Energías de Rande (12) y Renoveurysa (6). La consellería aún no ha decidido qué hará ahora con los megavatios que las adjudicatarias rechazan.