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El juego de los sobres sale caro

Los rastreadores de 700 euros escondidos por un millonario causaron daños en plantas y mobiliario que el Ayuntamiento de Málaga valora en más de 2.000

Tres jóvenes buscan el dinero entre los arbustos.
Tres jóvenes buscan el dinero entre los arbustos.García-Santos

Los afortunados que el sábado 12 de julio encontraron en Málaga alguno de los sobres con dinero escondidos durante el excéntrico juego que el millonario Jason Buzi ha extendido por medio planeta estarán contentos con sus 50 euros, pero el Ayuntamiento está que trina con el resultado del pasatiempo. En la capital malagueña, la segunda ciudad española tras Madrid elegida para desplegar el Hidden Cash (dinero escondido), la búsqueda del tesoro resultó algo caótica y terminó con daños en la vegetación y parte del mobiliario del Parque, uno de los puntos donde se agolpó la multitud, valorados en algo más de 2.000 euros.

Los 14 sobres con 50 euros fueron ocultados en las inmediaciones de Gibralfaro

El anuncio sobre la ciudad elegida para agasajar a los mejores rastreadores con dólares o euros se hace a través de la cuenta de Twitter @hiddencash. Es el perfil originario del entretenimiento ideado por Buzi, que ya ha visto cómo hordas de personas persiguen su dinero por las playas de California y Nueva York, puntos elegidos antes de saltar el océano y decantarse por ciudades como Londres, Madrid y Málaga. En la capital de la Costa del Sol se creó la denominación @hiddencashmlg, pero las pistas fueron escasas y el desconcierto reinó entre los cazafortunas, que se patearon buena parte del centro, el Parque y el Puerto antes de saber dónde tenían que dirigirse exactamente. Los 14 sobres con 50 euros (700 euros en total) fueron ocultados en las inmediaciones de Gibralfaro.

No todos fueron cuidadosos en su tarea, sino todo lo contrario. La vegetación del Parque, uno de los puntos nobles de la ciudad, fue pisoteada en esa búsqueda incansable del dinero. Las papeleras no solo fueron vaciadas completamente, sino que algunas quedaron destrozadas. Hubo, además, daños en arquetas de las conducciones de agua. Según el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, al Ayuntamiento le va a costar algo más de 2.000 euros reparar el estropicio urbano que ha provocado el juego. Se trata de pequeños desperfectos, pero su reparación cuesta dinero.

El equipo de gobierno local ha anunciado que baraja la posibilidad de reclamar judicialmente a los organizadores esta cantidad y pretende consultar con los servicios jurídicos el modo de hacerlo, aunque Jiménez reconoce la dificultad de actuar contra los promotores de Hidden Cash porque no fueron ellos los que causaron los daños directamente. Buzi cuenta con amigos y emisarios que le ayudan a enmascarar los sobres fuera de Estados Unidos. “No se le puede achacar a él”, admite el edil, que quiere insistir, no obstante, en su denuncia pública por lo que implica el juego para el bolsillo de los ciudadanos. “Se escondieron 700 euros y ahora el Ayuntamiento tendrá que gastarse 2.000”, remacha para afianzar la falta de lógica de esta actividad.

Yo aporto a obras de caridad. Pero esto no es para las personas necesitadas Jason Buzi

La primera ciudad española en apuntarse al juego de Buzi fue Madrid, a principios de julio. Se escondieron 26 sobres con 50 euros (1.300 euros en total) y las señales aportadas a través de Twitter condujeron a los interesados hasta el parque del Retiro. A los participantes se les pidió lo que se suele reclamar en todas estas citas: una vez encontrado el tesoro, subir una foto a la red social. En Madrid no trascendió ningún incidente.

Numerosos usuarios de Twitter criticaban el sábado pasado en Málaga esta iniciativa e invitaban al millonario a destinar el dinero de sus sobres a las ONG que ayudan a personas sin recursos. “Yo aporto a obras de caridad. Pero esto no es para las personas necesitadas(…) La gente a la que nos dirigimos no necesita el dinero”, declaró hace unos días por teléfono a este periódico este millonario que ha amasado su fortuna con inversiones en el sector inmobiliario. En Málaga, las perjudicadas han sido las arcas municipales.

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