“Hay que garantizar una sanidad básica, pública, gratuita y sostenible”
Hurtado pretende transformar el colegio que representa a cerca de 13.500 galenos
Algo más que un club social. Con transparencia informativa y redes sociales, Mercedes Hurtado (Valencia, 1962) pretende transformar el colegio que representa a cerca de 13.500 galenos valencianos. Nostálgica del respecto al médico de pueblo, como lo fueran su tatarabuelo y bisabuelo, reclama el prestigio profesional, inspirada en el dignitas de los clásicos. Para no perder la perspectiva fuera del despacho, la nueva presidenta del Colegio de Médicos de Valencia compagina su cargo, que asumió hace dos semanas tras las elecciones de junio, con la bata de Jefe Clínica de Glaucoma y Segmento Anterior en el departamento de Oftalmología de La Fe de Valencia. "Lo que más duele son las jubilaciones que se amortizan y los buenos profesionales que se van fuera", observa esta oftalmóloga con 25 años de práctica hospitalaria, siempre en el sector público, quien define su profesión como vocación, sacrificio y abnegación.
Pregunta. Las pasadas elecciones sólo atrajeron el voto del 20% de los colegiados. ¿Cómo lo interpreta?
Respuesta. Me ha defraudado que se sigan quedando 10.000 médicos en su consulta o en el sofá de su casa sin acudir a votar. Están desmotivados, creen que no sirve para nada. Es un error que quizás ha sido merecido. Tenemos que darles un motivo para que se sientan partícipes. Si dentro de cuatro años viene un tsunami de votos, me daré por satisfecha.
P. ¿Por qué es necesaria la colegiación obligatoria?
R. En su origen era la necesidad de ayudarse como una gran familia, la primera razón de ser de los colegios que se ha perdido. La obligatoriedad garantiza en cierta medida que no haya intrusismo. Lo ideal sería que la colegiación voluntaria, sintiendo la necesidad de estar, no por obligación, y creando otras formas de control con registros de profesionales.
P. Desde la presentación de su candidatura se le ha criticado su afiliación sindical.
R. Estoy afiliada como el 70% de los médicos. Es un derecho constitucional. Se me ha malinterpretado con tener actividad sindical, que no es mi caso. Hay compañeros que la tienen y es bueno. Aquí lo que tiene que haber son médicos. Lo mejor es una gran variedad para que nuestra voz llegue a muchos sitios.
P. También han dicho de usted que era la candidata de Consejería.
R. Mi historia es totalmente clínica, nada que ver con la política. Tengo claro que los médicos no pueden vivir de espaldas a la sociedad ni a Consejería. Estamos pendientes de una reunión. Habrá muchas cosas que dialogar y negociar, pero eso no significa que sea su candidata.
P. Uno de los puntos fuertes de su programa es la transparencia. ¿Cómo se financió su campaña?
R. Empezamos autofinanciándonos, y luego nos han ayudado entidades y personas, no sólo aseguradoras, pero sin firmar nada con nadie, al contrario que en la presidencia anterior. Los que nos han ayudado es porque han creído en nosotros. Pero partimos sin compromisos, totalmente limpios, dispuestos a escuchar. Nuestra ética es no vender a nuestros colegiados bajo ningún concepto y pactar con quien ofrezca lo mejor para ellos.
P. Su línea se centra en recuperar el prestigio profesional en relación con los pacientes.
R. Somos vocacionales y hacemos todo lo posible por no bajar la calidad, pero veremos a los pacientes mucho más contentos si nos sentimos reconocidos. Duele mucho que el paciente venga de malas maneras. Sigo en la primera línea de urgencias y veo a compañeros residentes sufrir pacientes enfadados, con razón muchas veces. Tienen que saber que ese médico hace todo lo posible con menos recursos. Las listas de espera no son culpa de los médicos. No van a acabar nunca, porque la oferta gratuita es demanda infinita. Lo que interesa es mantenerlas lo menos posible.
P. ¿Cuál es su diagnóstico de la sanidad valenciana?
R. Le pongo un diez a los profesionales, por no habernos colapsado del todo a pesar de la crisis y haber tocado fondo. Supongo que las instituciones intentan hacer lo que se pueda. Hay unos presupuestos asignados desde Madrid, y debe lucharse por su aumento y que no haya diferencias entre comunidades. No es competencia del colegio, pero seremos la voz de todos cuando nos pisen. Lucharemos por intentarlo.
P. Van a enrolarse en el Pacto por la Sostenibilidad de la Sanidad Pública, visto desde algunos sectores como una quiebra del acceso universal.
R. Se debe contar con nosotros por saber de pacientes, de enfermedades y de gestión. Quizás cueste el diálogo, pero puede llegarse a pactos. No me consta que la sanidad no siga siendo gratuita y universal. Como médico, atiendo a todas las personas que me llegan. Tenemos un juramento hipocrático y los pacientes entran por urgencias y son atendidos sin excepción.
P. Trabajó en el hospital de Alzira en sus inicios. ¿Alaba su modelo?
R. Todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Debo romper una lanza a su favor. Fueron unos comienzos muy duros, por ser el primero en establecerse. Estaba en el punto de mira, con mucha presión asistencial de los pueblos de alrededor. Lo han encauzado con una buena línea. Todo suma, fundaciones, concesiones privadas o públicas. Hay que garantizar una sanidad básica, pública y gratuita a las personas y establecer pactos sostenibles. La crisis y el deterioro afectan a todos los sectores, y habrá que estudiarlo.
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