La Comunidad vende por 5,2 millones otros dos inmuebles en la capital

La Comunidad pronosticó que este año lograría 600 millones de euros por la venta de edificios públicos, una cuantiosa inyección de liquidez que pese a sonar muy optimista quedó reflejada en los presupuestos regionales estimados en octubre del año pasado para este ejercicio. Tras los problemas recientes en colocar en el mercado algunas de sus principales posesiones, el Ejecutivo de Ignacio González (PP) ha obtenido 5,2 millones tras la venta de dos edificios de propiedad autonómica, ambos en la capital, a la venta desde agosto de 2012. El Gobierno regional comunicó ayer a la Asamblea de Madrid la enajenación de los dos inmuebles, de acuerdo con la Ley de Patrimonio autonómica que obliga a dar cuenta al Parlamento regional cuando el importe de la venta supera los 300.000 euros.

El inmueble en el número 4 de la plaza de San Martín ha sido adjudicado a la empresa MELC SA. Con una superficie de 2.250 metros cuadrados (558 de suelo), el precio fue de 4 millones euros, una vez declaradas desiertas las cuatro subastas anteriores que se realizaron. Una rebaja significativa, dado que su valor de tasación fue de 5,6 millones. El precio de licitación de la segunda subasta fue de 4,8 millones. El de la tercera cayó a su vez a los 4 millones, y así hasta el valor definitivo por el que cambió de manos... Más de millón y medio de euros más barato.

El otro complejo, en el número 6 en la calle Amor de Dios, de portada neoclásica, tres alturas y abandonado, fue vendido a la compañía Análisis, Suministros y Construcciones (Asycon) por un importe de 1,2 millones, medio millón por debajo de su valor de tasación (1,7 millones). Con una superficie de 728 metros cuadrados (347 de suelo), también en este caso fue por enajenación directa, después de que las cuatro subastas previas fueran declaradas desiertas. En este caso, el precio de licitación fue de 1.491.918,45 euros, y de 1.268.130,68 en la tercera subasta. El Gobierno regional había avisado a los potenciales interesados en la propiedad que el edificio, que actualmente está apuntalado, requería obras de rehabilitación integral.

La venta de las dos propiedades dos años después de salir a subasta, y en ambos casos por enajenación directa, después de que quedaran desiertas las cuatro convocatorias, refleja las dificultades que la Comunidad está encontrando para obtener cash a cambio de desprenderse de una parte significativa de los edificios públicos. Las previsiones del Gobierno regional en 2013 pasaban por conseguir 742 millones. En contra de los vaticinios de la Consejería de Economía y Empleo, el resultado fue mucho más discreto. Por no decir crudo: 240 millones, un tercio de lo previsto.

“La insistencia de la Comunidad en malvender el patrimonio público de todos los madrileños refleja sus dificultades económicas por mucho que insistan en que Madrid está recuperándose más rápido de la crisis que el resto de comunidades autónomas... En vez de centrarse tanto en la macroeconomía, deberían fijarse en las necesidades de los ciudadanos, de la calle, donde por ejemplo reclaman que se bajen las tasas universitarias y no se congelen después de una subida del 65% los dos últimos años”, sostiene Libertad Martínez, diputada regional de Izquierda Unida.