El PNV aumentaría su ventaja en las próximas elecciones autonómicas

Las próximas elecciones autonómicas reforzarán la mayoría nacionalista en el Parlamento vasco, con una consolidación al alza de los votos de PNV, ahora en el Gobierno, y de EH Bildu, primer partido de la oposición, junto a un interminable descenso del PSE-EE y del PP, que se dejarían siete escaños. A su vez, estos comicios significarían la entrada en la Cámara de la nueva formación política Podemos, así como el regreso de Ezker Anitza y la continuidad de UPyD, que consolida su escaño en Álava.

Son algunas de las conclusiones que se desprenden del Euskobarómetro de mayo elaborado por el Departamento de Ciencia Política de la UPV/EHU a través de 600 entrevistas realizadas entre el 30 de abril y el 19 de mayo. Según sus responsables, más de un 26 % de entrevistados no han  mostrado una intención clara de voto por cualquiera de las opciones o incluso de abstenerse. Con todo, precisa el sondeo que los votos más decididos corresponden a UPyD, EH Bildu y PNV.

El PNV rentabiliza su vuelta al Gobierno vasco. De hecho, las previsibles electorales le conceden  más de 350.000 votos, por encima de un 34% de los sufragios válidos. Con este respaldo en las urnas, que le devolvería a las cotas perdidas con motivo de las elecciones europeas, pasaría a disponer de 29 escaños, dos más que ahora.

Todo hace indicar, lógicamente, que los nacionalistas mantendrían el poder en Ajuria Enea una legislatura más ya que el cuadro de previsibles resultados no trasluce la posibilidad de una alternativa viable, aunque el PNV quede nueve escaños por debajo de la mayoría.

Las previsiones sitúan una mayoría de izquierdas con pocas opciones de gobierno

La principal preocupación del PNV, la coalición EH Bildu, sigue al alza pero queda todavía más lejos que ahora en el Parlamento. Así, la izquierda soberanista llegaría a 22 escaños, uno más de los que consiguió en su vuelta a las vías políticas. El estudio le otorga el 23,9% de los votos válidos, manteniéndose así como la segunda fuerza política en Euskadi.

Las peores previsiones son para los partidos constitucionalistas. Los socialistas, dos años después de su salida del Gobierno vasco, siguen su imparable descenso electoral. Se mantienen como tercera fuerza, pero solo les respalda un 16,5% de los votos válidos (algo más de 160.000), que les lleva a perder cuatro de sus 16 escaños actuales. En estas elecciones, el PSE-EE acudirá con un nuevo candidato tras la renuncia de su actual secretario general, Patxi López.

A su vez, el PP tampoco consigue enderezar su rumbo y pena el desgaste de gobernar en España en una situación de crisis económica. Según el Euskobarómetro, retrocedería posiciones en todos los territorios vascos, sumando menos de 100.000 votos, un 8% de los válidos. Así, se mantendría como cuarta fuerza política, pero con solo 7 parlamentarios, tres menos que actualmente.

En las próximas elecciones, la nueva situación política adquirirá también en Euskadi carta de naturaleza. Ezker Anitza regresará al Parlamento con el apoyo de unos 65.000 votos, un 6% del total, que le darían 3 escaños, desplazando de paso a su rival de marca EB, al que el sondeo electoral concede un 2% de los sufragios y sin representación.

La otra gran novedad sería la irrupción de Podemos en el arco parlamentario, confirmando así sus buenos resultados de los pasados comicios europeos. En concreto, la formación de Pablo Iglesias sumaría unos 50.000 sufragios en Euskadi, un 5% del total de votos, lo que le daría un escaño en la nueva Cámara. Por su parte, UPyD conseguiría unos 30.000 votos, el 3% del total, lo que le permitiría mantener su representación por Álava.

En estos previsibles resultados ha incidido la valoración sobre la trayectoria de los partidos. Así, solo el PNV obtiene un saldo positivo (16%) entre las valoraciones positivas (33%) y negativas (17%), mientras que para el resto de los saldos son negativos, desde el mínimo de 14 puntos de EH Bildu, al máximo de 76 del PP, pasando por los 56 de UPyD y los 52 del PSE.

Por otra parte, los juicios positivos (29%) sobre la valoración del Gobierno vasco superan a los negativos (19%), aunque se produce un predominio de los escépticos (49%). Asimismo, la calificación media que se le atribuye al Ejecutivo autonómico supera por primera vez el aprobado (5,2), frente a una frente a un palmario rechazo (89%) de la gestión del Gobierno central.