Pájaros que salen de cipreses
El músico, ilustrador gallego enamorado de la sierra no olvida el portal donde besó a su novia
1. Las terrazas de Fotoboom. En la calle San Romualdo hay unas terrazas en una especie de centro comercial que parece sacado de Rumanía en los años setenta. Hay un parking para coches en el último piso, al aire libre. Viví cerca y siempre que me quise sentir en el final de una peli de Bruce Willis subía allí en camiseta de tirantes (Edificio ASTIGY. San Romualdo, 26).
2. Los jardines de Sabatini. Tienen un montón de cipreses con agujeros y compartimentos secretos donde los vagabundos esconden sus mantas para dormir. Es la leche imaginar lo que deben sentir al acostarse en sus bancos con vistas al Palacio Real, ese edificio tan grande donde no duerme nadie.
3. La Casa de Campo. Hay un alto en la Casa de Campo en el que una vez nos subimos mi amigo Lopin y yo y pegamos un grito y salieron un montón de pájaros del pinar que había bajo nuestros pies y desde entonces vamos allí a hacer cánticos a ver si vuelve a cuadrar, pero nunca cuadra.
4. El Makro de las Mercedes. Van a derruir el Makro de las Mercedes que era un supermercado gigante cerca del aeropuerto para mayoristas donde había cochinillos enteros envasados y botes de mayonesa de cinco litros (Polígono Industrial Las Mercedes. Calle Campezó, 7, Barajas).
5. Las cascadas del Purgatorio. Es el nacimiento del Río Lozoya, subes seis kilómetros a pata y te bañas en agua helada y es lo más distinto a estar dentro del útero de una madre que me he sentido.
6. La Calle García de Paredes. En el número 16, la noche que me atreví a morrear a mi novia por primera vez subí con ella a su calle y ella se metió dentro y yo me quede fuera y nos besamos entre las rejas de su portal y ese espacio entre la casa y la calle fue como una lanzadera espacial.
7. Madrid Cómics. Es mi tienda favorita de historietas, tuve la suerte de vivir enfrente y rodar un videoclip en su portal y cada vez que entro siento la misma vergüenza que cuando entraba con 15 años en el Komic de Santiago de Compostela, una especie de respeto máximo por los dueños y su criterio, ganas de no hacer mucho ruido y pagar rápido. (Calle de Silva, 17).
8. La Plaza de Luna. Muy cerca, en la plaza de los Cines Luna, hay un Coviran que lo regentan unos chinos y venden todo tipo de alimentos del imperio del gigante amarillo, a uno le da la sensación cuando entra de que si rebusca entre los paquetes de noodles, va a encontrar un cofre con un Gremling dentro.
9. La Universidad Complutense. En el departamento de Paisaje de la Facultad de Bellas Artes de Madrid, que está en el último piso del edificio complutense tienen la mitad de las terrazas bloqueadas. porque dan a la Moncloa. Supongo que lo harán para prevenir, no vaya a ser que alguien se monte una video-instalación sobre volar en ala-delta y lanzar excrementos sobre algún presidente de España. En la que se puede entrar, hay muy buenas vistas, pieles de mandarina, vasos con té, colillas de porros y los suelos torcidos.
10. La sierra de Madrid. Me he ido a vivir a un sitio en la sierra madrileña en donde solamente hay un bar, un estanco, dos embalses, estiércol y un montón de golondrinas y es sin duda mi sitio favorito de Madrid.
Wences Lamas (Lugo, 1983) es artista: ya sea haciendo música con su grupo R.E.O., escribiendo cómics o realizando videoclips. Acaba de publicar un inclasificable libro autobiográfico, Hemos venido a darlo todo (Ofegabous)
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.