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Primer asalto público de los candidatos de ERC a la alcaldía de Barcelona

Oriol Amorós y Alfred Bosch protagonizan el único debate abierto en su carrera como alcaldables

Si alguien tenía la esperanza que Oriol Amorós y Alfred Bosch, los dos candidatos a las primarias de ERC para la alcaldía de Barcelona, podían llegar a un acuerdo y pactar una lista conjunta, ayer se llevó un buen chasco. Las intervenciones de los dos políticos republicanos, que ayer celebraron un debate en el CCCB abierto al público, dejaron ver que mantienen las formas pero que las simpatías son las justas. 

Los reproches no llegaron desde la discusión de los programas electorales, ya que los dos candidatos son del mismo partido y podrían firmar las mismas propuestas, sino sobre su manera de entender la política y sobre los puntos débiles del rival. "Yo soy militante y no me escondo", disparó Amorós durante su presentación. La frase era un dardo contra Alfred Bosch, que dejó de ser militante de ERC en 2010, mientras lideraba las consultas independentistas en la capital catalana. En estas primarias Bosch juega la carta de la "renovación" y no ser ni tan siquiera militante puede ser un punto a favor. Amorós, en cambio, es cercano al actual líder de ERC en Barcelona, Jordi Portabella, y si su baza es que tiene un mayor conocimiento de la ciudad, su punto débil puede ser la etiqueta de continuista, en un momento en que la población quiere que entre aire fresco en política. Las diferencias de perfiles fueron aflorando durante todo el debate y cada uno intentaba transformar en virtudes propias los envistes del contrincante. "Desde fuera también se puede aportar a la política", se defendía Bosch.

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Amorós dejó claro su conocimiento de la ciudad y en cada una de sus intervenciones parecía que la faltaba tiempo para desgranar todos los proyectos que tiene para Barcelona como "destinar 100 millones de euros a la creación de 8.000 puestos de trabajo directos" o frenar la proliferación de nuevas superficies. En su manera de hablar se notaba su experiencia como político. Bosch, en cambio, con un tono mucho más relajado evitaba concretar, con la excepción de su plan estrella, que consiste en crear una "anillo productivo" que apueste por la "industria ecológica" aprovechando las plantas ya existentes en las cercanías de los dos ríos que rodean Barcelona y los equipamientos educativos que hay en los límites de Collserola. 

Tras varios embates de Amorós, Bosch respondió y se presentó como el candidato con más posibilidades de ganar unas elecciones municipales, gracias a que goza de más popularidad en parte por ser diputado en el Congreso de los Diputados: "Es bueno tener un conocimiento de la ciudad, pero también es bueno que la ciudad tenga un conocimiento de nosotros, porque si nos conoce nos escuchará más".  

En estas elecciones primarias están llamados a votar 2.500 personas entre militantes, simpatizantes y amigos del partido. La lógica, que no deja de ser una especulación, hace pensar que la militancia de Barcelona está más cerca de Amorós (que ha sido presidente de la federación de Barcelona durante ocho años) mientras que los amigos del partido, con menos compromiso interno, se pueden inclinar más por Alfred Bosch, más espontáneo y conocido. De los 2.500 barceloneses llamados a votar, cerca de 1.000 son militantes y el resto son entre simpatizantes y amigos. En función de qué colectivo se movilice más, el viernes de la próxima semana vencerá uno o el otro.

 

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