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ERC ya trabaja en otro plan por si falla la consulta soberanista

Oriol Junqueras asegura que el partido tiene alternativas, pero evita desvelarlas

Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana.
Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana.Albert Garcia

A medida que se acerca la fecha prevista para la consulta independentista —que el presidente catalán, Artur Mas, quiere convocar para el 9 de noviembre— crece la incertidumbre entre los partidos soberanistas sobre la posibilidad de llevar a cabo una votación que el Gobierno considera ilegal. Esquerra Republicana, que siempre se había negado a valorar la posibilidad de que no haya consulta, trabaja en diseñar alternativas para continuar con el proceso independentista si la votación no puede producirse. Lo admitió ayer el líder de los republicanos, Oriol Junqueras, que evitó detallar el plan b que baraja ERC.

"Una cosa es tener [PLAN B][una alternativa] y otra es explicarla", dijo Junqueras en una entrevista en Catalunya Ràdio. El republicano soslayó las preguntas sobre la posibilidad de convocar unas elecciones de carácter plebiscitario, la opción que maneja CiU como alternativa a la consulta. El republicano se escudó en que detallar sus planes "pondría las cosas fáciles a los que quieren que el proceso fracase".

"La discreción es imprescindible para que todo salga bien", agregó Junqueras, que remató su argumentación comparando su silencio sobre las alternativas políticas con un amor juvenil. "Cuando era adolescente y me gustaba una chica en concreto, no iba explicando que si no me salía bien ya lo intentaría con otra. Es muy poco elegante, y poco efectivo. Estoy enamorado de la democracia, del referéndum".

Pese a valorar alternativas, Junqueras confía en que el Ejecutivo de Mariano Rajoy se abra a negociar la consulta si hay presión popular en Cataluña. "El Gobierno español acabará negociando si nosotros (los catalanes) nos mantenemos firmes".

El Ejecutivo siempre se ha negado a negociar la consulta (Rajoy sostiene que está dispuesto a hablar de cualquier cosa, excepto de la votación sobre la independencia catalana), pero el Gobierno catalán insiste en reclamar el permiso del Estado. Mas hizo un llamamiento ayer a todos los estamentos: "Lo que echamos en falta es precisamente esa respuesta de altura por parte de las instituciones del Estado, que entiendan que Cataluña está planteando un gran reto democrático y pacífico al que hay que dar una respuesta también positiva", valoró el presidente catalán.

Mas y Junqueras siguen sin despejar la incógnita sobre la necesidad de que los republicanos entren en el Gobierno catalán. Junqueras está cómodo en su papel de líder de la oposición y socio parlamentario del Ejecutivo. CiU, que hace unos meses insistía en reclamar un paso adelante de ERC, quiere capitalizar ahora la gestión de Gobierno. "Si hay una propuesta en firme ya la estudiaremos", dijo Junqueras, que aseguró que no ha hablado con Mas en las últimas semanas.

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CiU y ERC se alejan de la posibilidad de una coalición para encarar un septiembre caliente en Cataluña, con la Diada, la aprobación de la ley de consultas para amparar el referéndum y la convocatoria formal del referéndum soberanista, que el Gobierno ya ha anunciado que llevará al Tribunal Constitucional.

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