Gómez pierde el control del PSM en el pulso entre Sánchez y Madina
Un nutrido sector afín al secretario general opta por respaldar la candidatura de Pérez Tapias en contra de las órdenes del aparato regional
Tomás Gómez ha perdido el control férreo al que tanto empeño ha dedicado desde que pasó a ocupar, en 2007, el cargo de secretario general de los socialistas madrileños (PSM). El reparto de avales en la región entre los candidatos a la secretaría general del PSOE, pulso que mantienen Pedro Sánchez y Eduardo Madina, con José Antonio Pérez Tapias a muchos cuerpos de distancia, dibuja un escenario de lo más complejo para el exalcalde de Parla, el último barón regional socialista que se mantiene de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero.
El futuro de Gómez depende de un juego de alianzas, impensable antes de la catástrofe de las elecciones europeas, entre pesos pesados nacionales y regionales históricamente enfrentados. Sin embargo, animados por unos intereses comunes, enemigos hasta ahora irreconciliables han unido fuerzas. Al menos momentáneamente. El respaldo obtenido en Madrid por los tres candidatos a suceder a Alfredo Pérez Rubalcaba da pábulo a un horizonte insólito en el que todo es posible. De entrada, porque la pérdida de caché de Gómez ha alborotado los reequilibrios internos en el PSM, en los que el tomasismo, una corriente que en teoría nació para acabar —en principio aglutinando y no eliminando a las visiones críticas, como ha sucedido según distintas fuentes— con las tradicionales disensiones entre acostistas, guerristas, simanquistas y demás familias, clanes y subclanes.
Más de un mes ‘desaparecido’
El responsable de los socialistas madrileños apenas ha dado una rueda de prensa tras el desastre de las elecciones europeas, en las que Madrid fue la cuarta región con peores resultados para el PSOE con el 18,94% de votos (29,88 el PP): cuatro puntos menos que la media nacional del PSOE y tan solo por delante de los resultados en Cataluña (14,28%), Navarra (14,49%) y País Vasco (13,78%). Desde que Gómez es secretario general, el PSOE ha tenido en las europeas de 2009 el respaldo del 35,61% de los votantes (48,58% el PP); el 26,27% en las autonómicas de 2011 (51,73%); y el 26,05% en las generales de ese año (50,97%).
La reacción de Gómez a los peores resultados del partido en toda su historia en la región ha sido la de desaparecer y centrarse en el conflicto interno. A falta de actos y comparecencias ante los medios, ha limitado su actividad a sus obligaciones como portavoz en la Asamblea de Madrid en los plenos de cada jueves. Esto es, cinco minutos de cara a cara con Ignacio González. El presidente regional, pese a los malos resultados del PP, ha tenido cerca de 30 actos, sin rehuir los medios.
Aunque en público no haya respaldado a ninguno de los aspirantes tras el patinazo de Gómez dos días después de los comicios al Parlamento europeo —“Con Susana [Díaz], al fin del mundo”, expresó fechas antes de que esta renunciara a dar el paso—, el aparato regional se ha movilizado estas últimas semanas para cosechar el mayor número de apoyos posibles para Sánchez, de la cuerda de la presidenta de la Junta. De los alrededor de 15.000 militantes del partido en Madrid, lo que la convierte en una federación de tamaño e importancia media —en 2010 eran 18.000 y 30.000 en tiempos de Rafael Simancas—, Sánchez sumó 3.811 avales, por los 1.591 de Madina y los 1.375 de Pérez Tapias. Fue el tercer mejor resultado de Sánchez, por detrás del que obtuvo en Andalucía (14.389) y la Comunidad Valenciana (4.102), donde también cuenta con la simpatía del responsable, Ximo Puig.
Los casi 4.000 apoyos a Sánchez se repartieron a partes iguales entre los recopilados por Gómez y los de los críticos con la gestión del secretario general de Madrid. Es decir, que el dirigente madrileño solo ha aportado, en números redondos, 2.000 avales de los 41.338 de Sánchez. A esto se añade que, al contrario que Gómez, sus detractores siempre han compartido la misma onda con Sánchez, que aun así requiere del máximo número de apoyos posible en su pelea con Madina, su principal rival. Sánchez formó parte en su momento de la ejecutiva de Gómez, de la que terminó saliendo por sus diferencias. En Madrid nadie olvida que tomó partido por Trinidad Jiménez en las primarias de 2010, uno de los cinco procesos internos que el líder regional ha sacado adelante sin una sola derrota.
El pragmatismo, por no decir cierta necesidad, le llevó a decir recientemente que Gómez será el “próximo” presidente de la Comunidad. Esto es, que da por hecho que será el candidato del PSOE en las elecciones autonómicas de 2015. Sus palabras levantaron sorpresa y revuelo entre los contrarios al secretario regional, quien no se ha pronunciado al respecto, pero aun así fueron muchos los que le apoyaron firmando un aval a su nombre.
Las muestras de conciliación de Sánchez, y el apoyo contra natura que a su vez ha recibido de Gómez, ambos con Andalucía de trasfondo, han beneficiado a Izquierda Socialista en Madrid, es decir a Pérez Tapias. Lo corroboran los datos, que indican que la comunidad es, tras Andalucía (2.129), su mejor semillero de apoyos. La corriente no gozaba en los últimos tiempos de un excesivo tirón, pese a figuras como Carmen Sánchez Carazo en el Ayuntamiento o el diputado Mario Salvatierra en la Asamblea de Madrid. Sin embargo, la orden de Gómez de sumarse a la causa de Sánchez no ha convencido a un amplio sector de su cúpula, incluidos altos cargos, como algunos senadores, parlamentarios autonómicos y exregidores, hasta ahora fieles y obedientes a las órdenes del secretario general del PSM.
Desoyendo sus órdenes, un nutrido número de los veteranos que mantienen cargos orgánicos de relevancia en la sede del partido en Callao han optado por la tercera candidatura en discordia, la de Pérez Tapias, antes que apoyar a un enemigo íntimo como Sánchez. Y, rompiendo la mayoría de pronósticos, han hecho posible que el candidato andaluz sumara los avales exigidos para continuar en la carrera hacia Ferraz. Su continuidad penaliza a Madina, al que resta votos y cuyo triunfo se asocia con la muerte política de Gómez. Gane quien gane el Congreso Federal del PSOE, distintas voces autorizadas afirman que Gómez tiene los días contados al frente del PSM.
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