La dimisión del edil de Cultura abre una crisis en el gobierno de Málaga

A menos de un año de las elecciones municipales de 2015 y solo unos días después de que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), aclarara que optará a la reelección por cuarta vez en estos comicios, el concejal malagueño de Cultura, Turismo, Deporte y Educación, Damián Caneda, anunció este jueves que deja su acta, lo que obligará a una remodelación del equipo de gobierno por tercera vez en este mandato. “Abandono la política”, dijo el exsenador y exdiputado del PP durante una intervención en el pleno municipal después de que los rumores sobre su marcha empezaran a circular por las redes sociales.

En su despedida dijo que hay “un cambio de etapa”, que tiene “proyectos personales y profesionales” y que su salida del Ayuntamiento se conocía internamente en el partido desde hace un año. Su renuncia se hará efectivamente el mes que viene.

Caneda, el político más curtido y veterano e inicialmente con más aspiraciones en el gobierno local, ocupó el puesto número cinco de la lista de De la Torre en 2011 y se vendió como un fichaje estrella. Es viceportavoz del grupo popular. Durante estos tres años ha sido una especie de verso suelto que no ha esquivado polémicas, aunque ni el alcalde ni el partido han apostado nunca de manera clara por él.

Con la marcha de Carolina España al Congreso, poco después de las municipales, logró sumar Turismo a la cartera de Cultura y se convirtió en primer teniente de alcalde. Se le resistió la portavocía, aunque ya se empezó a hablar de un posible delfín del alcalde. Hace un año, cuando la sentencia del Tribunal Constitucional que declaró nulo el nombramiento de concejales no electos en las grandes ciudades obligó a una profunda remodelación de gobierno local, tampoco lo consiguió. De la Torre sorprendió a casi todos y orilló a Caneda para decantarse como portavoz por Mario Cortés, uno de los ediles más jóvenes del organigrama municipal.

El anuncio de renuncia del concejal de Cultura y Turismo se produce en plena polémica por el proceso de adjudicación para construir y explotar un complejo deportivo de pistas de tenis y pádel, impugnado en la vía contencioso-administrativa por una empresa que denuncia un presunto trato de favor hacia la que finalmente resultó beneficiada. El caso ha desvelado supuestas discrepancias entre áreas municipales, aunque el equipo de gobierno ha defendido en todo momento “la legalidad” del concurso. El pleno de Málaga rechazó de nuevo este jueves, con los votos del PP, la petición de los grupos de la oposición (PSOE e IU) de crear una comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades detectadas en este asunto.