Enseñanza aplicará en septiembre la ‘Ley Wert’ pese a sus críticas a la reforma

La consejera de Enseñanza, Irene Rigau, suele hacer aspavientos cuando habla de la conocida como Ley Wert (la LOMCE). “Nosotros aplicaremos la Ley de Educación de Cataluña”, asegura cuando se le pregunta si la reforma educativa en septiembre entrará en vigor en septiembre. Por esta cuestión, llegó incluso a plantar al Ministro de Educación, José Ignacio Wert y siempre ha tachado la norma de “recentralizadora” e “imposible de cumplir”.

A pesar de estos gestos, Rigau ya ha ordenado aplicar la reforma en el próximo curso. Lo hará en primero, tercero y quinto de primaria, como marca el calendario de la ley. Las escuelas recibieron el viernes, último día de clase, una nota con las instrucciones de inicio de curso que recoge las novedades fijadas por la LOMCE: eliminación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, creación de Educación en Valores como alternativa a la Religión, así como la separación de Conocimiento de Medio en dos áreas (natural y social).

Rigau siempre ha criticado la premura de la reforma educativa al asegurar que no le daba tiempo de desarrollar el decreto de primaria de cara a septiembre. Andalucía y el País Vasco también lo decían, pero en las instrucciones andaluzas —aprobadas hace un mes y con un redactado muy parecido a las catalanas— se deja claro que se mantiene Educación para la Ciudadanía y no se divide Conocimiento del Medio. Las instrucciones catalanas, en cambio, aseguran que “hace falta tomar medidas transitorias” para el próximo curso y así introduce las novedades.

 En cuanto a la asignatura de Religión, Rigau también ha decidido mantener el máximo de horas previstas, 90 minutos semanales, a pesar de que el ministerio ha sido el primero en optar por reducirlas en Ceuta y Melilla. Siguiendo este ejemplo, otras comunidades como Asturias, Canarias y Galicia han optado por disminuir las horas semanales de la asignatura.

Otro de los elementos que también se verán modificados por la LOMCE es la función de los consejos escolares, un órgano donde está representada toda la comunidad educativa y que hasta ahora ejercen una función de control, ya que de ellos dependen aspectos clave como la aprobación de las regulaciones más importantes que afectan al funcionamiento del centro. Pero la reforma educativa los convierte en meros órganos consultivos, cosa que ha generado fuertes críticas entre las asociaciones de padres (AMPA) y los sindicatos.

En un momento en que la comunidad educativa exige a Rigau “firmeza contra la LOMCE” —el jueves por la mañana intentaron entregarle 6.000 firmas pidiendo la insumisión, pero se encontraron el acceso cerrado con rejas—, la consejera quiso presumir el jueves en el Parlament de su apoyo a los consejos escolares. Aseguró que “mantendrán su carácter participativo” y que el director de escuela necesitará un informe preceptivo del consejo escolar para aprobar los proyectos clave. Eso sí, no será vinculante, así que los consejos se quedarán como órganos consultivos, tal y como marca la reforma. Las instrucciones, en cambio, no mencionan uno de los aspectos más polémicos, la presencia de las lenguas cooficiales.