Podemos trae en jaque a la izquierda en Euskadi
El éxito de la nueva formación imanta el deseo de varias formaciones para sondear posibles alianzas estratégicas
No existe en Euskadi una formación de izquierdas que rechace en su horizonte un punto de futuro entendimiento, siquiera estratégico, con Podemos a partir del mapa resultante del 25-M. Desde el PSE-EE a EH Bildu, además de Ezker Anitza-IU y Equo, todos cuantos aparecen situados en el espectro progresista contemplan siquiera el inicio de contactos e, incluso, algunas de estas formaciones fijan su objetivo de alianzas para las elecciones municipales y forales de 2015 como primer ensayo. Podemos, en cambio, enfría las expectativas mientras pone pie sin urgencias en el ámbito político vasco. “No venimos a crear más izquierda, no es nuestro mensaje. No tenemos el antiguo discurso de sumar con las fuerzas de izquierda”, advierte uno de los portavoces del partido de Pablo Iglesias en el País Vasco al ser preguntado sobre un hipotético escenario de acuerdos con formaciones que se mantienen en su ámbito ideológico.
“No venimos a ocupar espacios sino a representar a la gente que tiene unos problemas sociales y personales”, sitúan desde Podemos, una fuerza que ha irrumpido en el escenario político vasco con 52.386 votos (7,03%) en apenas cuatro meses de existencia y que representan la mitad del apoyo recibido por el PSE de trayectoria histórica.
Precisamente los vasos comunicantes detectados en varios municipios vascos entre la pérdida de votos socialistas y las cifras de Podemos alienta la hipótesis de que ambos partidos transiten por similares caladeros lectorales. “Los votos que ha perdido el Partido Socialista no se han ido solo a Podemos y su pérdida de votos no ha sido porque ahora esté Podemos. Lo que ocurre es que ya no convencen a quienes les han venido votando y son sus votantes de siempre porque no conectan con ellos”, admite un portavoz de la nueva formación política. “¿Hablar con ellos? No nos han llamado ni antes de las elecciones ni después”, reconoce sin darle demasiada importancia.
Pero los socialistas son conscientes de que Podemos les ha arrebatado miles de “nuestros votos” en Euskadi y de ahí su confianza en abrir futuros cauces de entendimiento. “Quienes se han mostrado críticos con nosotros porque igual no hemos sabido transmitir nuestro modelo se han ido a Podemos y tenemos que demostrarles que también nosotros tenemos esa preocupación por los problemas y que tenemos soluciones”, admite un dirigente socialista, preocupado, no obstante, con el “sustrato” del votante de Podemos.
No obstante, es en Ezker Anitza-IU donde se imagina a plazo más corto un “trabajo en común” con Podemos, ya desbrozado de hecho, aunque sin éxito final, a nivel federal. La designación de Willy Meyer como cabeza de lista de IU impidió cualquier entendimiento con Pablo Iglesias, quien llegó a proponer, incluso, someter a primarias abiertas el nombre del primer candidato. En Euskadi, Ezker Anitza-IU (42.164 votos, el 5,66%) se ha apresurado a felicitar a Podemos porque “ha conectado con la indignación que hay en la sociedad”.
Derecho a decidir
Podemos es consciente de que su posición sobre el derecho a decidir se ha convertido en una referencia de análisis para calibrar el espacio de acuerdo con otras formaciones políticas en un tema nuclear dentro del debate en Euskadi aunque no haya hecho especial incidencia de momento.
En su programa colaborativo de 36 páginas apenas dedica dos líneas en el artículo 5.7 al “reconocimiento del derecho de los distintos pueblos de Europa a constituirse como tales y decidir democráticamente su futuro”.
A su vez, sobre las consultas se dice: “el nuevo ordenamiento jurídico ha de contemplar los referéndums vinculantes y las Iniciativas legislativas populares como pieza clave de participación democrática”.
A pesar de estos halagos y de compartir más de una causa común en modelos sociales y económicos, Podemos aplaza el debate sobre posibles alianzas, incluida Ezker Anitza-IU, con quien, no obstante, ya ha compartido reflexiones en el ámbito de la pacificación en Euskadi. “Los resultados de las europeas no se pueden extrapolar a ninguna otra elección y ahora no vamos a ponernos a hablar de alianzas con nadie”, dicen en el nuevo partido. En su estrategia, “lo primero es dotarnos de una estructura, potenciar nuestra idea de actuación horizontal y asamblearia y estar cerca de movimientos sociales y con vecinos sin pensar en pactos”, subrayan.
Podemos y al menos dos de las formaciones de izquierda consultadas disponen ya de cuál sería el mapa resultante de las tres capitales y de los municipales más poblados con los votos agrupados de hasta tres formaciones. “Sin duda comprometeríamos el papel del PSE-EE y llevaríamos a los ayuntamientos un nuevo modelo de hacer las cosas y de dar respuestas a los problemas en materia de empleo, de igualdad y de bienestar social”, dice un representante de esta hipotética alianza.
Pero queda mucho camino por recorrer sobre todo desde la voluntad de Podemos, más interesada en reforzar su presencia con quienes sientan “indignación” con la situación en la que se encuentren. “Nuestra procedencia es heterogénea, no venimos todos del 15-M y nos une la indignación y plantear que hay otra manera de hacer las cosas”, insisten desde este partido.
A la espera de su decisión, fuerzas como Ezker Anitza-IU, con más intensidad, y Equo, con cierto escepticismo, sostienen que “claro que es posible” esta acción compartida a partir de las municipales. En el caso del partido verde admiten “buenas relaciones” con Podemos como punto de partida para establecer “contactos” ante las municipales “aunque no sé si vamos a llegar a acuerdos”. Ahora bien, advierten de que “no esperan” que el nuevo partido vuelva a tener en 2015 los excelentes resultados del 25-M. “A las municipales ya no puedes ir con el discurso de la Troika”, señala un portavoz de Equo de manera crítica hacia Podemos.
Equo trabaja con el horizonte de las autonómicas, donde sopesa que “es posible” hacerse con un escaño autonómico por Álava, que ya rozó en 2012. Ade más, a este empeño contribuirá la proyección mediática de que dispondrá en Euskadi Florent Marcellesi cuando disponga de su mandato como eurodiputado. Para entonces ya habrá adecuado su discurso en cuestiones tan determinantes como “el modelo de país o la foralidad”, que perfilarán a partir del otoño.
Para las municipales, Equo, con 11.679 votos (1,5%) en las europeas está abierta a un entendimiento “más allá de la concepción de la izquierda tradicional” que apueste por un cambio en las “políticas sociales”. Y ahí no excluye a nadie. Eso sí, no se espera que haya un entendimiento con EH Bildu. Aunque respaldan el derecho de los pueblos a determinarse es posible que no apoyen la cadena humana del próximo domingo.
Círculos y trabajo en los barrios
Ermua ha sido la primera incorporación a la estructura de círculos en la que Podemos Ahal Dugu —nombre con el que se presenta en Euskadi— basa su organización después del reconocido éxito alcanzado en las elecciones al Parlamento europeo. Así, esta nueva formación dispone ya de cinco círculos en Bizkaia, tres en Gipuzkoa, dos en Navarra y uno en Álava, según informan fuentes internas.
Conscientes del interés creciente que ha provocado Podemos, sus portavoces, diligentes y sin protocolos previos con los medios informativos, no sienten todavía una especial obsesión por ensanchar su estructura sino por “profundizar en los principios sobre los que cualquiera puede incorporarse” y que se basan en respetar “nuestro programa y la carta de los Derechos Humanos”. Tampoco conceden especial importancia al hecho de carecer de un programa impreso y lo contraponen, en cambio, con la versatilidad aplicada al uso de las redes sociales desde donde vienen tejiendo una acción política de amplio espectro.
Sin una agenda condicionada por las urgencias, Podemos trazará sus coordenadas estratégicas a partir del debate de iniciativas en los círculos de que dispone. Y lo hará sin “obsesionarse” por la próxima convocatoria electoral que serán las municipales y forales, en 2015. “Nuestro trabajo inmediato va a consistir en trabajar en los barrios, en seguir defendiendo a las personas que lo necesiten, denunciando las injusticias que existen”, advierte uno de los portavoces al analizar el horizonte inmediato de una organización política que, de momento, sigue sin sede.
“Todos nos preguntan cuándo vamos a tener sede, pero seguimos sin tenerla y vamos haciendo las reuniones y las convocatorias como siempre de manera más regular en el Hika Ateneo de Bilbao o en Barakaldo” principalmente, añade. En su acción política reconocen que “seguiremos en contacto con los problemas de la gente y en los barrios recogiendo las propuestas”.
Y lo harán manteniendo el modelo sobre el que han sorprendido al resto de las formaciones tradicionales. “Todos los debates que planteemos tienen que responden a nuestra estructura horizontal y asamblearia”, precisa. Pero en su proyección inciden de manera significativa en el “trabajo en los barrios” para identificar la esencia de su mensaje centrado en conectar con la realidad social.
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