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Examen a mitad de curso

Las elecciones europeas medirán la salud electoral de los partidos a un año de los comicios municipales

Lourdes Lucio
Elena Valenciano y Susana Díaz, en el cierre de campaña, el viernes.
Elena Valenciano y Susana Díaz, en el cierre de campaña, el viernes.PACO PUENTES

Probablemente nunca unas elecciones europeas, de las seis que se han celebrado hasta ahora, se vayan a leer tanto con la lupa regional como las séptimas de este domingo. Son las primeras tras dos años de barbecho electoral con una crisis brutal que se puede resumir con un solo dato: 36% de desempleo en Andalucía, 10 puntos más que la media nacional. Las fórmulas para encontrar el carril del crecimiento económico en Europa han formado parte de los argumentarios de los dirigentes políticos para sumar votos a sus candidaturas. Pero el resultado de estos comicios no se va a medir con los escaños en juego en el Parlamento de Estrasburgo, sino con las proyecciones de los datos en la Cámara autonómica cuando aún nos encontramos a mitad de la legislatura.

Esta campaña ha supuesto el bautismo electoral como líderes de sus formaciones de Susana Díaz (PSOE), Juan Manuel Moreno (PP) y Antonio Maíllo (IU), aunque cada uno las ha planteado como un reto diferente.

A Susana Díaz sólo le vale ganar “sí o sí”, como ha pronosticado ella que ocurrirá, este domingo. De lograrlo, el PSOE volvería a ser el partido más votado, tras las tres últimas derrotas. Esa doble afirmación se refiere a los votos que obtenga el PSOE en Andalucía, no en el resto del país, donde lo que más preocupa son los datos de Cataluña.

La socialista ha mantenido una doble agenda institucional y orgánica en la comunidad que preside y, salvo una intervención con los socialistas madrileños, ha desestimado las invitaciones que le han hecho desde otras federaciones para hacer campaña. Díaz ha abundado en las críticas hacia el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, y ha sorteado las referencias a sus potenciales rivales en las autonómicas. También ha hecho gala de un acentuado yoísmo en sus intervenciones (“necesito una Europa fuerte que me ayude”, “quiero una Europa que me devuelva a mis jóvenes”, “estoy demostrando que se pueden hacer las cosas de otra manera”). Si el PSOE cosecha en España esta noche una derrota, todas las miradas se dirigirán a ella.

La campaña de Juan Manuel Moreno, quien repite allí a donde va que está “reventado”, ha tenido como meta principal la de darse a conocer entre los andaluces. Apenas lleva tres meses como presidente del PP andaluz y nunca este partido ha ganado las elecciones europeas en Andalucía. En este sentido, no siente ninguna presión añadida. El dirigente popular ha intentado entablar un debate virtual con Susana Díaz, a la que ha reclamado, casi todos los días, un cara a cara en la televisión pública.

También el objetivo de Maíllo ha sido el de subir en conocimiento y el de sembrar con vistas a las elecciones municipales de dentro de un año. En cinco días se abrirá en IU el proceso de elección del candidato a la Junta.

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