Tres años de cárcel para el joven que vendió a su novia por 1.000 euros
El fiscal ha rebajado sustancialmente las penas que pedía en su escrito El acusado trajo a su pareja desde Rumanía para explotarla sexualmente en un club de alterne
La vista contra tres acusados de explotar sexualmente y coaccionar a una joven rumana, a la que obligaron a ejercer la prostitución en Vigo, se ha saldado con un acuerdo de conformidad en el que se ha rebajado sustancialmente la petición de penas. Según ese acuerdo, la Fiscalía acepta que Lonica B.R. sea condenada a tres años de cárcel por los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual e inducción a la prostitución. La pena de prisión se sustituirá por una multa de algo más de 7.000 euros. Daniel E., el joven que convenció a la chica con engaños para que viajara de Rumanía a España, ha sido condenado a tres años por trata de seres humanos e inducción a la prostitución, y a una multa de 360 euros. Este acusado permanece en prisión desde el 1 de marzo de 2013.
Finalmente, Juan Valentín P.C. ha sido condenado a dos años de prisión por trata, pero su abogado pedirá la suspensión de condena, ya que no tiene antecedentes. Inicialmente la Fiscalía pedía penas que sumaban más de 39 años de cárcel y multas por valor de unos 40.000 euros. La única petición que ha mantenido ha sido la indemnización: los tres acusados pagarán 7.000 euros a la víctima por daños morales.
Según consta en el escrito de acusación, Daniel E. conoció en julio de 2012 a la víctima, quien por entonces tenía 18 años y procedía de una familia numerosa "muy humilde" y en situación de especial vulnerabilidad y marginalidad. El acusado, "con el fin de mover la voluntad de la chica y convencerla de que se trasladase con ella a España", le propuso iniciar una relación y convivió con ella en una habitación arrendada en Rumanía antes de proponerle que lo acompañara a Vigo para que ayudara a su madre en la limpieza del bar que regentaba.
Junto a los otros dos encausados organizó el viaje por carretera por el que la chica contrajo una deuda que le obligaron a devolver mediante el ejercicio de la prostitución: de los 20 euros que cobrara por servicio, cinco serían para la mujer y el resto, para Daniel E. El fiscal señala en su escrito que la víctima realizaba jornadas laborales de 12 horas todos los días de la semana sin descanso alguno. En septiembre de 2012, Daniel E. decidió vender a su madrastra por 1.000 euros a la chica, a la que vigilaba y con la que convivía en un piso con otras jóvenes de nacionalidad rumana que también ejercían la prostitución, y se marchó de Vigo. A partir de entonces, los acusados se la llevaron a su domicilio familiar, en Redondela, para tenerla controlada y pasaron a cobrar íntegramente toda la recaudación que generaban los servicios sexuales que ésta prestaba. En la entrada y registro efectuada por la Policía en el domicilio de estos dos acusados, fueron hallados, entre otras cosas, 7.000 euros provenientes de su actividad ilícita. Además, comprobaron que el número de teléfono de la acusada era el utilizado por la víctima para llamar a su padre en Rumanía bajo la supervisión de los acusados. Daniel E. permanece en prisión provisional desde el 1 de marzo de 2013 por esta causa, mientras que su madrastra lo estuvo hasta el 23 de julio del mismo año.
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