El fiscal pide más de 10 años para el hijo de un líder gitano por traficar
También está imputado un guardia civil de un puesto que fue detenido en el mismo operativo
Marino Giménez Jiménez, uno de los principales implicados en la redada antidroga dirigida por la Udyco en Mos, el pasado enero, se sentará en el banquillo junto a otros seis imputados, acusado de tráfico de cocaína, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas, según adelantaron fuentes judiciales. Para Giménez, hijo de Olegario Giménez Salazar, Morón, autoproclamado rey de los gitanos, la condena solicitada supera los 10 años de prisión como uno de los supuestos cabecillas de un grupo de distribuidores de droga en la provincia de Pontevedra. Está en libertad provisional después de pagar una fianza de 10.000 euros
También está imputado el guardia civil del puesto de Mos Enrique Pérez, detenido en el mismo operativo, para el que el fiscal solicitará más de seis años de prisión por tráfico de estupefacientes y pertenencia a organización criminal. El guardia fue detenido dentro del coche patrulla, en compañía de otro agente que ha quedado fuera del proceso, cuando supuestamente hacía labores de contravigilancia para la red de Giménez. El fiscal también solicita penas de cárcel para otros cinco imputados como colaboradores de la red. El fiscal antidroga de Pontevedra, Luis Uriarte, ya ha concluido su escrito de acusación que será remitido al juzgado número 3 de Vigo encargado del caso, que dará traslado a las partes la próxima semana.
Asalto al chalé familiar
Las fuentes consultadas no descartan que esta operación esté relacionada con la detención de otro guardia civil y un agente forestal el pasado 29 de abril cuando ambos acudieron a la casa del rey de los gitanos, en Amorín (Tomiño), en estado de embriaguez, para reclamar una supuesta deuda que rondaría los 15.000 euros. En el juzgado de Tui, los arrestados declararon que acudieron a la vivienda de Morón para intentar cobrar el dinero adeudado por uno de sus hijos a “un amigo”. Estos dos hombres entraron armados, y según denunció la familia Giménez, el guardia civil encañonó a Morón. Sin embargo, los hijos y el “personal de seguridad” redujeron a los supuestos asaltantes. El suceso se saldó con el guardia herido por el arma blanca que empuñaba uno de los hijos del patriarca. El forestal llevó un fuerte golpe en la cabeza. El juez, al día siguiente, los dejó en libertad con cargos y les impuso una orden de alejamiento de Olegario Giménez.
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