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Joan Estelrich vuelve

La cátedra Josep Pla de la Universitat de Girona analiza la figura y la obra del controvertido autor del ‘Dietaris’

Joan Estelrich, definido como un intelectual con “glamour”
Joan Estelrich, definido como un intelectual con “glamour”

“Un intelectual humanista, una personalidad hecha en la idealidad catalanista y que después vive todos los dilemas brutales de los años treinta”. Así dibujó el escritor Valentí Puig la figura poliédrica y controvertida de Joan Estelrich (Felanitx 1896-París 1958). “Empeñado en el humanismo, que era para él la voluntad de civilización”, apuntó Puig, quien fue uno de los diez analistas que este viernes hablaron del “capital intelectual” y del personaje en la Cátedra Josep Pla, en la Universitat de Girona, que dirige Xavier Pla. El seminario fue en terreno apropiado: Estelrich fue íntimo amigo de Josep Pla toda la vida y, además, diputado de la Lliga por Girona en los años 30.

La máquina motora y mítica de “el mundo de ayer” y la revolución conservadora movieron a Joan Estelrich, que murió siendo delegado de la España de Franco ante al UNESCO y que ha sido “redescubierto” gracias al acontecimiento editorial de la publicación de una parte de sus Dietaris en Quaderns Crema, a finales de 2012. Puig cree que las nuevas generaciones han hallado un maître à penser, un intelectual con glamour, que es también, en parte, “un despojo de la guerra civil”, en el idealismo inerte de Paneuropa.

Puig lamentó que no exista en la actualidad “aquella élite cosmopolita de entreguerras” y que se dé la “hegemonía de la banalidad”. Al intelectual “medio” se le valora “en el “hit parade” de la audiencia televisiva y por la capacidad radiofónica”, todo lo contrario de los valores de excelencia y meritocracia, argumentos de la democracia avanzada.

En el legado del

“Estelrich es una figura poco y mal conocida”, observó, a su vez, el analista literario Jordi Amat que lo ve como “un personaje hecho de claroscuros”, en la generación frustrada que se empeñó en evitar las catástrofes de las guerras del siglo XX. Amat leyó citas de sus artículos de geopolítica de la década de los 40 y 50, en La falsa paz y Las profecías se cumplen, cuya congruencia y vigor hizo sopesar a analistas internacionales de la prensa de cabecera de hoy. Ilustró el perfil del autor en duras citas de sus amigos: “Provinciano enamorado de Europa, cursi y grandilocuente” en expresión atribuida a la par a Néstor Luján y Josep Pla.

Estelrich sabía moverse con absoluta normalidad en los tumultuosos caudales de la cultura y las ideas invadidas por la historia y las guerras. En las ideas superiores, totalitarias del hombre en los años 30 se centró el profesor de Literatura Antoni Martí Monterde que hizo un juego retórico, dejó caer una bomba de profundidad, una lectura de un texto icónico El espíritu alemán en peligro de Ernest Robert Curtius cuya huella clara halló en la obra de Estelrich del Fènix i l'esperit de la Renaixença, libro que junto Entre la vida i els llibres son dos de sus piezas clave en catalán.

Joan Estelrich articuló una expresión del catalanismo político en los años 30 sin decadencia, en opinión de Arnau González. Era un hombre que estuvo siempre próximo a Francesc Cambó, con el que hizo apostolado proiberista en Portugal, con Josep Pla y Eugeni d'Ors que pasó de ser su maestro a su adversario, según la ponencia del profesor Jesus Revelles.

El mallorquín de Felanitx —integrista católico en su adolescencia en Menorca— estuvo poco tiempo junto a Juan March pero siempre estuvo atraído por el poder. La cruz que marca su biografía es su colaboración con el franquismo y antes con el bando rebelde en la guerra civil. En otro contexto europeo, “cultura y barbarie pueden ser compatibles”, coincidieron distintos ponentes.

La cruz que marca

El exdirector de la Biblioteca de Catalunya, Manuel Jorba, editor de los dietarios, calculó que en el legado Estelrich que él ha administrado y organizado hay unas 30.000 cartas a lo largo de 40 años, la mayoría sin desvelar. Xavier Pla auguró que este material puede ayudar a completar muchas zonas de actividad cultura y política catalanas. Jorba explicó que se han hallado tres anualidades más de anotaciones de Joan Estelrich (1918, 1919 y 1939), entre los papeles familiares de una de las nietas.

Entre el público del seminario se desveló, por primera vez en un acto abierto, la hija secreta que el autor de Felanitx tuvo con la activista de la Lliga Paulina Pi de la Serra, Maria Helena Feliu Pi de la Serra (1934) autora de la novela Pecat original en la que recrea con disimulo su caso biográfico.

 

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