El PSPV de Elche se abre en canal
Cruce de acusaciones entre dirigentes por afiliaciones fraudulentas con las primarias al fondo La ejecutiva local reclama a Valencia que investigue
En el PSPV de Elche (Alicante), la tercera ciudad valenciana en tamaño, hay intereses enfrentados hasta en la ejecutiva local. La celebración de unas elecciones primarias previstas para este verano tiene dividida al menos cuatro facciones a una formación en la que en el último mes se cruzan acusaciones de afiliaciones fraudulentas. En un hecho insólito, la ejecutiva local ha delegado en la regional la apertura de un expediente para averiguar si se dieron unas irregularidades a cuya denuncia se ha sumado hasta la exmujer del último alcalde socialista, Alejandro Soler.
Pese a ser una decisión “unánime” y tomada “con contundencia”, como reza un comunicado, pedir a Blanquerías que haga de árbitro y abra una investigación que perfectamente podría realizar la dirección local, según admiten fuentes del partido, da una idea de la desconfianza existente en el propio seno de la ejecutiva de un partido que hasta 2011 disfrutó siempre del poder en la ciudad de las palmeras.
En el último mes, la formación que lidera el portavoz en el Ayuntamiento, Antonio Rodes, lleva ya varios sobresaltos. El último de ellos fue una carta enviada el pasado miércoles a la ejecutiva federal en Madrid. 17 militantes veteranos pidieron la creación de una gestora para dirigir la agrupación.
Fue desde la propia secretaría de organización, entonces dirigida por el edil Ramón Abad, de donde salió el informe del 7 de marzo que advirtió de más de 100 afiliaciones anómalas.
El informe fue el inicio de las hostilidades. Seis días después, una remodelación de la ejecutiva de Rodes dejaba a Abad sin la secretaría y le convertía en simple vocal.
Cuatro facciones pelean para colocar a sus candidatos a la alcaldía
Abad, que se postulará como candidato en las primarias, apuntó posteriormente más irregularidades en un medio local. Según él, además, se realizaron 156 propuestas de afiliación, de las que 40 resultaron sospechosas al provenir de personas en paro (y con derecho a la cuota de bonificación de partido). La sospecha, para Abad, residía en que todos los certificados de desempleo se expidieron en el mismo día que se tramitaron las afiliaciones.
La información fue remitida a Alicante y Valencia y, según apuntan en el partido, fueron congeladas por Ximo Puig, secretario general del PSPV, una vez fue elegido candidato a la Generalitat.
“Se están diciendo muchas inexactitudes. Decir, como se viene diciendo, que en apenas un mes, de diciembre a enero, se pasó de 500 militantes a 1.000 no es verdad”, dice una fuente cercana a la ejecutiva respecto a algunas de las acusaciones lanzadas. “El partido tiene oficialmente 815 militantes. Y fueron 300 altas las que se dieron entre junio del año pasado el 31 de enero de este”. “Lo que hay es mucha hipocresía”, continúa la fuente, “todo el mundo ha hecho por afiliar, solo que unos han traído más que otros”.
En definitiva, hasta cuatro facciones estarían posicionándose ante unas posibles primarias para elegir al alcaldable socialista. Dentro de la ejecutiva, Abad se ha posicionado frente a Antonio Rodes, al igual que María Dolores Asencio, secretaria de Movimientos Sociales en Elche. La cuarta pata de la mesa la formaría Carlos González, cercano al que fuera 12 años alcalde, Diego Maciá, y al grupo de veteranos que pidió la creación de una gestora.
Por si fuera poco, en el embrollo de acusaciones se ha metido también la exmujer de Alejandro Soler, Manuela Gonzálvez. La mujer, que mantiene varios pleitos con su ex, manifestó ayer haber sido “testigo de las irregularidades” y acusó a Soler de pagar las afiliaciones de al menos 26 personas, según una documentación se observaban ingresos mensuales de Soler a la formación. Horas después, el exalcade calificó de “patraña” las afirmaciones. Paga al partido la parte del sueldo que corresponde a todo cargo electo, según dijo.
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