El jurado absuelve al matrimonio acusado de la muerte del menor que asaltó su casa

Por unanimidad, los nueve miembros del jurado popular han absuelto al matrimonio eumés acusado del homicidio de Fernando Sánchez Grandal, el joven de 17 años al que sorprendieron en su casa la madrugada del 10 de julio del 2011 en Pontedeume. Entienden que Agustín Fernández Carpente, de 68 años, fue el autor confeso del homicidio del menor, que murió desangrado por una puñalada fatal que le segó una arteria del pulmón. A su esposa, Carmen Fonte, de 67, la consideran la cooperadora necesaria del crimen, ya que le proporcionó a su marido el gran cuchillo de cocina que él blandió contra el intruso en un forcejeo a oscuras.

No obstante, el jurado les aplica a ambos los eximentes completos de legítima defensa y miedo insuperable que propuso la Fiscalía, que no solicitó pena de cárcel para ninguno de los dos. El ministerio público defendió que que los acusados eran una pareja de personas mayores y enfermas, con severos problemas de vista él, que se vieron superados por la situación, al toparse en plena noche con un intruso en su casa que los despertó mientras dormían. El jurado —seis hombres y tres mujeres— comenzó a deliberar la tarde del jueves al término de las conclusiones y leyó el fallo apenas 24 horas después. Valoran la “necesidad de defenderse” que sintió la pareja, que su relato fue siempre “coherente” y que cooperaron desde el inicio con la investigación. Ahora será el juez el que se pronuncie pero el veredicto absolutorio del jurado popular no ha caído bien entre la acusación particular, que ejercen el padre, la madre y las dos hermanas de Nan, como llamaban al chico.

Críticas a la fiscalía

Los abogados de la familia de la víctima han criticado abiertamente la postura de la fiscalía y consideran que ha ejercido “de defensora” del matrimonio con mayor convicción que su propio letrado “pagado” y no descartan un recurso. Reclamaban una condena ejemplar de 20 años para por asesinato con alevosía para el matrimonio, y les atribuían otro delito por omisión del deber de socorro. El joven se escabulló de un salto por la ventana de la cocina y se murió desangrado sobre la acera a pocos metros de la vivienda. Su hermana mayor está convencida de que una llamada a tiempo al 112 le hubiera salvado la vida a Fernando.