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Las familias aprovechan los encierros en colegios para debatir sobre educación

Centros y plataformas territoriales siguieron la convocatoria de la Plataforma por la Escuela Pública

En el colegio Ramiro Jover proyectaban ayer tarde La lengua de las mariposas y en el vecino Sara Fernández, ambos en el barrio de Sant Marcel.lí, de Valencia, Ser y tener. Dos películas donde la educación es asunto central y que sirven para debatir sobre ella. "Se trata de reflexionar sobre lo que está pasando en la enseñanza pública", explica Amparo Pardo, presidenta del AMPA del Sara Fernández, un colegio de una sola línea, y en valenciano,donde finalmente la inspección educativa les ha autorizado matricular en primero del segundo ciclo de Infantil, a pesar de que la resolución de planificación de la Consejería de Educación suprimía la única unidad de tres años para el próximo curso.

Ambos centros participaron ayer en la convocatoria de encierros y otras acciones simbólicas para reivindicar el mantenimiento de unidades de infantil y en valenciano y denunciar los recortes, siguiendo la convocatoria de las plataformas por la enseñanza pública de Castellón, Valencia y Alicante. Tania Navarro, portavoz del AMPA del Ramiro Jover, al cual le suprimen otra unidad de tres años en valenciano, además de dos profesores, subrayaba que este era el comienzo de sus Dijous de lluita, y que continuarán con movilizaciones las próximas semanas.

En el Ramiro Jover, además de la proyección cinematográfica, tenían una mesa redonda sobre La LOMCE, una ley educativa perversa, con María Ángeles Llorente como conductora, miembro de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica. Tuvieron la compañía del diputado de Compromís en el Congreso Joan Maldoví, en apoyo de sus reivindicaciones.

Patio del colegio público Max Aub, de Valencia.
Patio del colegio público Max Aub, de Valencia.

Los encierros de larga duración continuaban en los colegios Ciutat de Cremona, de Alaquàs, así como en el Bonavista y Martinez Valls de Ontinyent, todos son unidades de infantil suprimidas y respaldados por plataformas activas de las que forman parte otros centros. Uno de éstos, el Max Aub de Valencia, apoyaban con su encierro a la plataforma Tots són Cremona, pero al mismo tiempo mostraban su desacuerdo "con la política educativa que está ejerciendo este gobierno, tanto a nivel local como estatal". También denunciaban su concreta situación, porque tienen "un comedor masificado, donde sólo pueden comer 110 niños y lo hacen 330 cada día", carecen de gimnasio y "cuando llueve lo niños tienen que hacer educación física en un pequeño porche". 

En Alaquàs preparan una asamblea para el sábado, tras la cual, cuatro columnas de distintas procedencias convergerán en una protesta común en la plaza de Manises, frente al Palau de la Generalitat.

Escola y el STEPV pernoctan en sus sedes

Algunos de los profesores y alumnos encerrados en el Centro de Formación de Adultos de Torrent.
Algunos de los profesores y alumnos encerrados en el Centro de Formación de Adultos de Torrent.

Pedro Luis Alonso, vicepresidente de FAPA Valencia, ratificaba, desde el encierro comarcal que se celebraba en el IES Eduardo Merello de Sagunt, la amplitud de la convocatoria, "por la supresión de unidades de infantil y en valenciano, pero también por los profesores que han despedido en los últimos años y por los perjuicios que la LOMCE ocasionará a la enseñanza pública".

En la Malva-rosa, en Valencia, la protesta adquiría también tintes territoriales, convocada por la plataforma en defensa de la enseñanza pública del barrio y se concentraba ante el colegio Ballester Fandos, otro de los que pierde la única entrada de tres años, en este caso en castellano. Los participantes subrayaban la tarea de integración de nacionalidades y culturas que ha desarrollado este veterano colegio con una pancarta donde se leía: "El barrio te necesita".

En Torrent, se concentraban procedentes de otros centros, para encerrarse y cenar tras acabar las clases, en el centro de Educación de Adultos de la población. En Castellón se encerraron en los cuatro colegios públicos de la capital a los que suprimen aulas de infantil,  Antonio Armelles, Herrero, Mestre Canós y Bisbe Climent y contaron con el apoyo de las fuerzas políticas de la oposición. 

En la sede de Escola Valenciana en el barrio de Benicalap, en Valencia, aprovechaban el encierro para "definir las líneas de actuación en defensa del valenciano", según manifestaba su presidente, Vicent Moreno, a EFE. Entre las personas que se han sumado al encierro se encuentran miembros

de la entidad, personal docente y representantes de asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPA), reunidos de forma asamblearia para debatir cuáles serán los siguientes pasos a tomar.

La intención era continuar toda la noche, al igual que en la sede del Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament del País Valencià (STEPV), donde varios responsables y militantes se preparaban para pernoctar mientras hacían seguimiento de las acciones en centros escolares.

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