La hora de regresar
Un PSC fuerte es la única posibilidad de cambiar el rumbo al que CiU ha sometido a Barcelona
La Barcelona progresista se juega mucho este fin de semana. Las primarias abiertas socialistas para elegir candidato a la alcaldía son la primera piedra para construir, entre todos y todas, una alternativa de izquierdas al pacto de derechas que ahora nos gobierna.
Un PSC fuerte es la única posibilidad de cambiar el rumbo al que CiU, bajo la mano ejecutora de Xavier Trias, ha sometido a Barcelona. Todo ello con el apoyo explícito y constante del PP. Una fortaleza progresista que debe basarse en un mensaje claro: las prioridades de la actual Gobierno están equivocadas y no aprovecha las energías de la ciudad. En vez de reforzar nuestros motores económicos como son la industria o la defensa de nuestro comercio, el Gobierno de CiU se fía en exclusiva de un turismo descontrolado que entra en conflicto con la vida cotidiana de muchos vecinos y vecinas.
Este neoliberalismo de salón amplia la brecha entre la ciudad que funciona y la que no. La única acción visible no puede ser invertir en proyectos cosméticos como el de Paseo de Gràcia. El Ayuntamiento debe incentivar la recuperación económica y asegurar que los beneficios y oportunidades que conllevan ser una ciudad global mejoran el bienestar del conjunto de ciudadanos y ciudadanas. La crisis nos muestra que es necesario invertir donde más se necesita.
Por eso mi propuesta para Barcelona se ha centrado en dos ejes, la ciudad debe garantizar los derechos de las personas y debe ofrecerles oportunidades. Es inaceptable que en una ciudad con 140 millones de superávit haya ciudadanos que no puedan acceder a los servicios básicos o casos de malnutrición infantil. Durante 32 años los gobiernos de progreso trabajaron para que la ciudad creciera de manera igualitaria, con un modelo de gestión municipal que permitiera incrementar las cuotas de bienestar. Las rentas de las que ahora se jacta Trias responden a un gran esfuerzo llevado a cabo por todos los barceloneses y barcelonesas, y esta solvencia debe ponerse al servicio de la ciudad, sin fetichismos contables.
Apuesto por políticas como el despliegue de la Garantia Jove, un plan para asegurar que ningún joven deba quedarse en casa porque no tiene trabajo ni lugar donde formarse, dotado con 50 millones de euros en 3 años para la creación de las Becas Barcelona o el impulso de políticas activas de empleo en Barcelona Activa. O una Renta Mínima de Ciudadanía que asegure a aquellos ciudadanos y ciudadanas que no pueden hacer frente a sus gastos básicos de subsistencia (alimentación, vivienda, energía) para evitar que no caigan en una situación de exclusión crónica.
En un momento tan crucial de la campaña como la confrontación de dos candidaturas en una segunda vuelta es importante, creo, hacer un llamamiento a la unidad. En el PSC cabemos todos. Es cierto que tantos años de Gobierno pudieron hacernos perder el pulso de la calle, pero estos dos años en el rincón de pensar nos han devuelto el norte. Es tiempo de sumar conocimiento, experiencia y sensibilidades. Es hora de regresar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.