Calparsoro admite que la investigación de Cabacas es “algo lenta”

El fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro, no esconde sus pensamientos aunque se le invite a escenarios comprometidos. Este miércoles lo volvió a demostrar durante su comparecencia en una mesa redonda celebrada en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Información de la UPV en Leioa (Bizkaia) sobre el modelo policial junto al abogado y senador de Amaiur, Iñaki Goioaga, organizada con motivo del segundo aniversario de la muerte de Iñigo Cabacas.

Calparsoro admitió, en presencia del padre de la víctima, que la investigación sobre este caso judicial “está siendo algo lenta”, pero advirtió de que “se va a intentar llegar hasta el final”. Consciente de que han transcurrido dos años desde la muerte de este joven mientras festejaba un triunfo del Athletic, Calparso evitó culpar a nadie de esta lentitud y mostró su confianza en la actuación de la juez, la fiscal y los letrados de las partes.

Pero el padre de Cabacas aprovechó el turno de preguntas para denunciar la sensación de la familia de sentirse desprotegida por la actuación de la Fiscalía, a la que reprochó que no había acudido a algunas declaraciones en sede judicial. En su respuesta, Calparsoro precisó que el cargo que ostenta “no es la acusación particular” sino que debe “ser imparcial”.

El padre de la víctima denuncia la sensación de “desamparo”

Sin entrar en el alcance del proceso en curso, el fiscal aseguró que “impulsará todo lo que tenga que impulsar”, aunque, lógicamente, desde el respeto a los márgenes de apreciación o de valoración”. Con todo, Calparsoro asumió que se trataba de una “muerte injusta” por una actuación policial de la Ertzaintza. Pero el debate se centraba en el modelo policial y en este sentido la fiscalía destacó que la Ertzaintza es “una buena policía” y debe aprovechar la ausencia de violencia en el País Vasco para lograr “una mayor transparencia, cercanía y proximidad con el ciudadano”.

De esta manera secundó las líneas generales de la política que pretende el departamento de Seguridad a partir de un escenario social sin ETA. Precisamente este modelo de proximidad ha entroncado en el debate con las críticas a la actuación de la Ertzaintza en las protestas por el foro económico, celebrado el pasado 3 de marzo en Bilbao. Calparsoro evitó pronunciarse sobre la idoneidad del operativo diseñado, pero defendió la “proporcionalidad” en la actuación de los agentes ya que, añadió, “por lo menos no hubo heridos”. Eso sí, criticó los numerosos daños causados, pero en línea con la versión ocial admitió que prefiere ese deselance a que la Ertzaintza “hubieran cargado y hubieran generado allí una situación que al final se hubiera ido de las manos”.