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Olvidados por todo el mundo

Indignación en el barrio Pisos Planes, donde un trágico incendio se cobró la vida de cuatro niños En El Vendrell, el 17% de la población es inmigrante, de ellos, 2.600 son de origen marroquí

Dolor por los cuatro niños muertos en el incendio de El Vendrell
Dolor por los cuatro niños muertos en el incendio de El VendrellJOSEP LLUÍS SELLART

La muerte de los niños Thami, Mohammed, Osama y Ayoub en el incendio que el martes calcinó su vivienda en El Vendrell (Baix Penedès) ha prendido la mecha de la indignación en el barrio en el que se halla enclavada, Pisos Planes. Esta zona humilde en la que intentan sobrevivir decenas de familias de origen marroquí como la de las víctimas y, como ellas, en situación económica muy frágil, se ha convertido en un polvorín desde que ocurrió la tragedia.

Las muertes de los menores, cuyas edades iban de los 3 y los 12 años, han desembocado en un clamor colectivo: Los habitantes de Pisos Planes, se sienten excluidos, discriminados y olvidados por las instituciones y por la sociedad. “En casa somos cinco, mi padre se dedicaba a la construcción y al campo, pero ya no recuerdo cuándo trabajó alguien de la familia por última vez. Hemos pedido ayudas, se nos hace muy difícil pagar el alquiler”, confesaba ayer la joven Mashma Finfi.

La sensación de hartazgo por la pobreza y desamparo que les golpea recorre las calles. “¡Igualdad, son niños! ¡Basta de juzgar al barrio!”, gritaron durante todo el día mujeres, hombres y niños apostados ante el edificio siniestrado. Encendieron velas, colgaron dibujos, depositaron flores, rezaron en memoria de las víctimas y de los supervivientes: el padre, la madre, dos hijos, una de 2 años, y otro de 18, y un primo de estos, también de 18 años.

“Te quiero, quiero que estés bien”, se leía en un dibujo en el que se ven dos niños jugando al fútbol con un sol en forma de corazón. Por la tarde centenares de personas se manifestaron seguidos de cerca por la policía. Ya lo habían hecho el miércoles. “Justicia, queremos justicia, son cuatro niños, esto no puede quedar así”, clamaban entre lágrimas y dolor.

En El Vendrell el 17% de la población es de origen inmigrante y en el municipio residen 2.608 marroquíes, según datos del Ayuntamiento. En Pisos Planes se acumulan los cuadros de luz pinchados, las cerraduras forzadas y las familias que admiten, sin querer dar sus nombres presas de la vergüenza, que su situación es muy precaria. “A nosotros nos ayudan los tíos, pero los padres de los niños fallecidos no tenían más familia aquí, no podían comer lo que querían ni vivir en condiciones, lo han pasado muy mal”, contaba Soraya. “Este barrio es uno de los más abandonados del municipio”, sentenciaba Ridtouan El Yossoufi, presidente de la asociación cultural árabe de El Vendrell, mientras señalaba los pisos destartalados. “La gente está rabiosa, tiene hambre, no tienen trabajo, desvirtúan las cosas y buscan cualquier excusa para explotar”, argumentaba Erika Heguilein, presidenta de la comunidad del edificio siniestrado a las puertas del piso en el que murieron los cuatro niños. Una cinta de los Mossos cerraba el paso pero no impedía ver los montones de ceniza y las paredes negras

Las primeras investigaciones de la policía científica de los Mossos apuntan a que el fuego mortal pudo originarse por una “llama directa” que habría quemado en esa estancia. El delegado de la Generalitat en Tarragona, Joaquim Nin, avanzó que el origen podría ser una colilla, un encendedor o una vela. En todo caso, los Mossos descartan la posibilidad de que el detonante del incendio fuese un cortocircuito eléctrico. De hecho los vecinos explican que hace un mes la familia contrató el servicio de luz.

El padre la madre y la niña de dos 2 años están en el hospital de la Vall d'Hebron fuera de peligro. El Consejo Comarcal del Baix Penedès tramita para ellos la Renda Mínima de Inserción El Ayuntamiento les garantiza un alojamiento. Muchos vecinos se preguntan, sin embargo, qué será de ellos cuando las cámaras de televisión abandonen el barrio y deban volver a la durísima realidad.

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