Fallas sobre el arte y el desastre
Varios monumentos reinterpretan grandes obras de artistas universales Otros critican los desperfectos de los edificios de Calatrava
“¿Esto lo van a quemar?”, pregunta sorprendido un turista a su acompañante mirando hacia arriba. Una de las sensaciones más comunes en los visitantes a las Fallas es la sorpresa por la monumentalidad de las figuras, la creatividad de los diseños y los equilibrios, en apariencia imposibles, de algunos ninots. Los artistas falleros se nutren de cientos de influencias artísticas y en ocasiones hacen homenajes a otros autores. Este año, un enorme Moisés de 15 metros de altura o una gran Menina que alberga en su interior decenas de figuras recuerdan al visitante que las fallas son efímeras pero son arte.
Mojar una varilla de dos centímetros, doblarla, moldearla y graparla antes de que se seque y se parta. Hasta 240 kilómetros de vareta de madera de chopo y olmo ha utilizado el artista Manolo García para construir una espectacular reproducción del renacentista Moisés de Miguel Ángel en la falla municipal.
Este carpintero, que llevaba varios años presentando proyectos para plantar la falla del Ayuntamiento ha reinterpretado los 10 mandamientos bíblicos para dar lugar al “Decálogo del buen valenciano”. Las ondas del pelo o la caída de la barba han supuesto miles de horas de trabajo, cientos de varillas rotas y, según el propio artista, “bastante más de dos millones de grapas”.
García, que despuntó el año pasado plantando un llamativo Caballo de Troya realizado con la misma técnica, ha querido repetir este año en dos fallas más.
La sacrificada técnica de la vareta ha sido utilizada también por el equipo del artista para construir una experimental interpretación de Las Meninas del pintor Diego Velázquez en la falla de Nou Campanar. La comisión que preside el empresario de la construcción Juan Armiñana se atreve así a innovar con un monumento que resulta poco habitual en su demarcación.
Aunque a primera vista la falla está compuesta por una sola figura, acceder al interior depara una sorpresa. Hasta 38 interpretaciones experimentales de meninas de otros tantos autores se exponen en el espacio interior de la figura central, que deja pasar la luz natural a través de las miles de varillas y chapas que componen la estructura. Los creadores de estas piezas son autores noveles que han participado en el concurso convocado por Manolo García entre los alumnos del ciclo superior de Artistas Falleros. Con el objetivo de dar a conocer su talento apadrinados por un artista ya consolidado, decenas de jóvenes autores participaron en una propuesta que les ha permitido plantar en una de las fallas más conocidas de la ciudad.
La falla municipal está inspirada en el ‘Moisés’ de Miguel Ángel
Entre los ninots más artísticos, se encuentra la fusión de la Menina con el cuadro de El grito del pintor noruego Edvard Munch, o la mímesis con el estilo del pintor valenciano Juan Ripollés. Entre las meninas más creativas se encuentra una realizada con arroz, una paella e incluso ajos. Una Menina con móvil y cantando, al estilo Lady Gaga u otra en forma de muñeco de Playmobil, son algunas de las más curiosas. Pero si hay una figura que resulta transgresora es la de la Menina sadomasoquista, esposada, con cadenas, escote y una mordaza en la boca.
La falla de Na Jordana tampoco ha querido dejar pasar la oportunidad de hacer un guiño a la historia del arte. Con un espectacular y creativo monumento formado por decenas de bancos, su diseñador, el humorista gráfico Ortifus, ha rememorado al pintor holandés Van Gogh plantando un ninot de una oreja sobre su “banc Gogh”.
Unos metros más allá, Na Jordana ofrece al visitante una interpretación de uno de los pasajes bíblicos más representados en la pintura: en el paraíso, Adán y Eva, junto a la serpiente, comparten una manzana. En este caso, los personajes ideados por Ortifus, llamados “Abanc i Ebanc” comparten, rodeados por una enorme serpiente, la fruta prohibida: una manzana con el letrero “hipoteca”.
Nou Campanar planta una ‘Menina’ que contiene 38 reinterpretaciones
No solo la pintura y la escultura han sido utilizados en las fallas. La música y la literatura forman parte indisoluble de una fiesta que imprime en los monumentos una gran carga de referentes sociales y culturales.
Pero las referencias al arte no solo han sido para ensalzarlo sino también para criticarlo. Muchos de los artistas falleros han plantado ninots sobre el trabajo del arquitecto valenciano Santiago Calatrava y han recordado su fracaso con los desperfectos en sus construcciones. El último ejemplo en la Comunidad Valenciana ha sido el desprendimiento de la cubierta del Palau de Les Arts.
Un banco hecho con trencadís que se desconcha, el “banCalatrava”, de Ortifus, o críticas rimas a un estado económico, político y social que se desconcha por momentos, son una analogía muy recurrente.
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