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Un 43,9% de vascos cree que Euskadi no necesita inmigrantes para trabajar

Los encuestados son partidarios de que el acceso a los derechos sociales esté ligado a la regularización

Presentación de los datos del úlimo Barómetro de Ikuspegi, en Bilbao.
Presentación de los datos del úlimo Barómetro de Ikuspegi, en Bilbao.fernando domingo-aldama

La mayoría de las personas autóctonas que viven en el País Vasco (43,9 %) cree que la economía de Euskadi no precisa de población inmigrante para trabajar en ningún sector laboral, un dato ligado directamente al impacto de la crisis económica. Los inmigrantes representan en Euskadi el 6,8 % de la población, frente al 12,2 % en España.

Este dato es uno de los resultados del Barómetro 2013 del Observatorio Vasco de la Inmigración-Ikuspegi y contrasta con el resultado de 2004, que indicaba que el 80 % de los autóctonos consideraba necesaria la mano de obra inmigrante.

El director del Ikuspegi, Gorka Moreno, ha presentado este lunes el informe, elaborado a partir de 1.200 entrevistas -400 en cada territorio histórico- y cuya labor de campo se llevó a cabo entre marzo y abril de 2013. Según este trabajo, los vascos no consideran la inmigración como uno de sus principales problemas, ya que solo lo mencionan el 7,2 % de los encuestados y muy por detrás del paro (77,5 %), la economía (26 %), la clase política (21,9 %) y la corrupción (20,4 %).

Ligan, sin embargo, la entrada de inmigrantes en el país a que posean un contrato de trabajo (67,1 %) y vinculan precisamente el hecho de tener trabajo a la regularización (51,67 %).

El empleo "legitima" al inmigrante, según ha destacado Moreno, quien ha expuesto también que los vascos son partidarios de que el acceso a los derechos sociales esté ligado a la regularización, salvo en el caso de educación y sanidad, que consideran que deben ser universales.

Respecto al colectivo de inmigrantes irregulares, crece el porcentaje de los que piensan que hay que darles medios para que regresen a su país (51,7 % en 2013 frente al 41,1 en 2012) y decrece el grupo que considera que hay que expulsarles (16,6 este año y 21,3 el año pasado).

Con todos estos datos, el estudio sitúa el índice de tolerancia de los vascos -que según Moreno está unido a la coyuntura y a las perspectivas económicas- en 55,35 %, más dos puntos por encima de 2012, aunque sin llegar a la cifra más alta, que se alcanzó en 2008 (58,74).

Moreno ha destacado que pese a que la crisis económica ha afectado más a los inmigrantes que a los autóctonos, no se están registrando retornos masivos de extranjeros hacia sus países de origen, lo que indica que la "inmensa mayoría" se va a quedar en el País Vasco definitivamente.

No obstante, se ha producido un cambio de tendencia experimentado en 2013 dibuja un panorama "ligeramente más tolerante y amable con un colectivo que en Euskadi, al finalizar el año, sumaba 148.877 integrantes, un 74% más que en 2006". Según el Barómetro de 2012, un 11,6% de la población pensaba que la inmigración era un problema para el País Vasco, mientras que un año después el porcentaje de población vasca que sigue pensando así se reduce al 7,2% y únicamente el 1,2% menciona la inmigración como el primer problema de Euskadi.

Lo que no ha cambiado en el último año, según ha indicado Moreno, es la "visión asimilacionista" de la sociedad, ya que un 52,9% de la población vasca cree que es mejor compartir unas mismas costumbres y tradiciones, así como tampoco la preocupación por aspectos relacionados con los modelos de convivencia, puesto que un 83,3% piensa que las personas inmigrantes deben esforzarse en adoptar las costumbres y tradiciones de los autóctonos.

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