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Moreno ensaya otra oposición del PP

El presidente popular propone a Susana Díaz “dejar atrás la confrontación” y no se compromete a mediar ante Rajoy para un plan de empleo en la comunidad

Lourdes Lucio
Susana Díaz y Juan Manuel Moreno posan al inicio de la reunión.
Susana Díaz y Juan Manuel Moreno posan al inicio de la reunión.Paco Puentes

Los acuerdos políticos de calado entre los dos principales partidos de Andalucía son más bien escasos. Siempre en el último minuto saltan las costuras y tanto PSOE como PP acaban acusándose mutuamente de provocar la ruptura. Y cuando se producen duran poco. El presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, se propone ensayar otra oposición, “intentar dejar atrás la confrontación”, según dijo este lunes tras entrevistarse con la presidenta de la Junta, la socialista Susana Díaz, en el palacio de San Telmo. Que el intento prospere no está escrito y que Moreno, que ha heredado un partido con un acreditado historial de política de trinchera tenga autonomía suficiente para hacerlo, también está por ver.

Díaz recibió a Moreno a los ocho días de haber sido elegido presidente del PP andaluz. El popular no siguió la estela del presidente de honor de su partido, Javier Arenas, quien se negaba sistemática y tozudamente a comparecer en San Telmo tras reunirse con los presidentes de la Junta. “Me hace ilusión”, dijo el nuevo líder popular.

En el encuentro, que duró algo más de una hora, no estaba previsto que se cerraran acuerdos, pero sí logró destrabar la llamada mesa de los partidos creada en el Parlamento al inicio de la legislatura y de la que el PP se salió. El jueves próximo los tres portavoces parlamentarios celebrarán una reunión tras el pleno. La entrevista fue “cordial”, una primera toma de contacto para “romper el hielo” y “tender puentes de diálogo”, según Moreno. Tanto en el guion de la presidenta de la Junta como en el del dirigente del PP hay dos temas comunes abiertos al pacto: empleo y regeneración democrática. La socialista añade otros cuatros asuntos (financiación autonómica, fondos de la UE, política agraria comunitaria y la conexión ferroviaria de Algeciras) y el popular, tres más (fiscalidad, educación y reforma de la Administración).

El acuerdo sobre el empleo no se prevé fácil. El Gobierno andaluz de coalición quiere que el Ejecutivo de Rajoy se comprometa no solo de palabra sino con el Presupuesto del Estado. Moreno, por su parte, entiende que la Junta tiene “decenas de competencias exclusivas” y que deben ser las “instituciones de aquí” las que se impliquen en ese proyecto. Recordó que para 2014 no hay partidas específicas para planes especiales de empleo en ninguna comunidad, aunque sí los hubo en Extremadura y Canarias. Los socialistas van a insistir todo lo que puedan y más en reclamar al popular su implicación personal en esta tarea, como ya apuntó ayer el secretario de Organización del PSOE, Juan Cornejo.

En principio, el acuerdo sobre regeneración política parece más fácil. El PP no va a presentar una enmienda a la totalidad al proyecto de ley de Transparencia del Gobierno andaluz y afronta este debate en el Parlamento con espíritu “absolutamente constructivo y proclive al acuerdo”, avanzó Moreno Bonilla. La filtración de parte de la ley de Transparencia fue el argumento que esgrimió el PP para salirse de la mesa de diálogo en el Parlamento, en junio del pasado año.

Para los socialistas todos los posibles acuerdos deben celebrarse en el ámbito parlamentario y con participación de Izquierda Unida, su socio de coalición. Moreno, por el contrario, cree que los dos grandes partidos deben pactar los asuntos troncales de la comunidad y pretende institucionalizar las reuniones con Susana Díaz, con la que quiere entrevistarse cada “mes y medio o dos meses”, algo que desde el Gobierno se ve “algo excesivo”, según dijo su portavoz, Miguel Ángel Vázquez, quien se mostró, en algunas respuestas, quisquilloso con el dirigente malagueño.

El popular no cerró la puerta a una demanda planteada desde hace meses por el PSOE como es la de presentar las cuentas de los partidos de los últimos diez años. “No nos negamos”, dijo, no sin antes afirmar que el PP se “desnudó” y mostró sus cuentas en su página web por el estallido del caso Gürtel, la trama corrupta vinculada a la financiación del PP. También se mostró dispuesto a mostrar su declaración de la renta —“no sé dónde la tengo”, confesó— y la de bienes e intereses. “No va a haber sorpresas, la cosa no da para mucho, dos hipotecas y un coche”, señaló Moreno, un tanto extrañado por la insistencia de los periodistas en obtener un compromiso de su parte.

El popular sigue sin convertir el millonario fraude de los ERE en su principal argumento. “No hay cambio de discurso, simplemente el momento es otro”, explicó. Tampoco considera que Díaz, a la que en su partido llaman la “heredera de los ERE”, deba dimitir “actualmemte” por este caso de corrupción.

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