Caballero cambia al BNG por el PP como socio para los presupuestos
Los nacionalistas tachan la negociación de socialistas y populares de "nuevo bipartito"
El BNG, no sin despecho, lo ha tachado de "nuevo bipartito". Tras un mandato de coalición con los nacionalistas y tres años de acuerdos plenarios, el PSOE de Abel Caballero, que gobierna en minoría, está a punto de cerrar un pacto presupuestario con el Partido Popular en el Ayuntamiento de Vigo, lo que supone un cambio fundamental en su política de alianzas desde que accedió a la alcaldía en 2007.
Socialistas y populares negocian desde hace días los Presupuestos municipales de 2014, actualmente prorrogados. David Regades, del PSOE, y Miguel Fidalgo, del PP, han llegado ya a acuerdos tan importantes como la supresión de los organismos autónomos y su integración en los departamentos municipales, lo que tendrá, entre otras consecuencias, la desaparición de la Gerencia de Urbanismo que dirige la primer teniente de alcalde y mano derecha de Caballero, Carmela Silva. Los acuerdos ya cerrados en una negociación marcada por el optimismo de ambas partes incluyen otras cuestiones, como un mecanismo para desbloquear la Ciudad de la Justicia. Pero queda por solventar una diferencia que afecta a uno de los emblemas del conflicto entre Abel Caballero y la Xunta de Feijóo: el hospital de Vigo. El socialista denunció un acuerdo firmado por su antecesora, Corina Porro, del PP, por el que el Ayuntamiento se comprometía a dotar de servicios básicos a la nueva infraestructura sanitaria, con un coste cercano a los cinco millones de euros. El PP exige que finalmente el Concello asuma ese compromiso, y los socialistas lo están estudiando.
El acercamiento entre el PP y el PSOE, que abre un paréntesis tras largos años de enorme tensión política, comenzó a fraguarse a finales de 2013. En un pleno del pasado diciembre, los populares le hicieron un guiño a Caballero al apoyar su propuesta de una nueva tasa a operadoras de telefonía o que utilicen galerías subterráneas. Más allá del apoyo puntual, ese acuerdo resultó estratégico, porque liberó a Gobierno local de la necesidad de llevar a pleno el presupuesto de ingresos, que se aprueba previamente al de gastos, y Caballero pudo prorrogar la ordenanza de 2013 sin negociaciones adicionales.
Aunque en un primer momento el PP exigió que la congelación fiscal fuera a pleno, ahora solo el BNG mantiene viva esa reclamación. Para la portavoz nacionalista, Iolanda Veloso, la nueva alianza supone "trasladar las políticas del PP a las cuentas municipales". Veloso también tacha de incomprensible un eventual cambio de opinión de Caballero respecto al hospital de Vigo.
A lo largo de los últimos años, Caballero y el PP han tenido enfrentamientos muy duros, como los protagonizados a causa de la fusión de las cajas de ahorro, el nuevo hospital de Vigo o las subvenciones de la Xunta a los aeropuertos. El primer síntoma de un cambio de actitud en el PP se produjo en septiembre de 2013 precisamente en una decisión relacionada con Peinador, cuando los populares aceptaron una partida de 363.000 euros para financiar vuelos en el aeropuerto vigués.
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