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El alcalde de Borriol desmonta la versión de Martínez sobre la depuradora

El regidor de Borriol dice que el exvicepresidente compró la finca al asumir la Diputación el plan

Francisco Martínez pasa junto al hasta este martes alcalde de Borriol, Adelino Santamaría.
Francisco Martínez pasa junto al hasta este martes alcalde de Borriol, Adelino Santamaría.ÀNGEL SÁNCHEZ

La historia del escándalo de la depuradora de Borriol se ha enredado todavía más. El alcalde de este municipio, Adelino Santamaría, reveló este martes que la polémica finca propiedad de la empresa que el exvicepresidente de la Diputación Francisco Martínez comparte con sus hijos fue adquirida en el año 2011. Justo en la época en que la Generalitat abandonó el proyecto iniciado en 2005 y la corporación provincial, concretamente el departamento del propio Martínez, tomó las riendas. Y fue a partir de entonces cuando esa finca (2.700 metros cuadrados valorados por 3.000 euros pero que iban a ser expropiados por casi 51.000) pasó de ser “no imprescindible” a “necesaria” para la construcción de la depuradora. El mes pasado, el presidente de la Diputación, Javier Moliner reconoció que el solar es innecesario y lo excluyó finalmente del proyecto.

“En cualquier Diputación y Ayuntamiento hay cientos de expedientes expropiatorios que afectan a alcaldes, diputados, familiares… Por tanto, es todo totalmente legal, nunca me he aprovechado de mi cargo”, dijo Martínez tras ser destituido por Javier Moliner por este episodio. Ese día alegó que fue la Generalitat la responsable del proyecto de Borriol y la que eligió los terrenos (entre ellos la finca familiar). Incluso llegó a manifestar que desconocía que, cuando se inició el plan, afectara a un terreno familiar.

Sin embargo, este martes, el regidor de Borriol aseguró que todas las parcelas afectadas eran desde los años 50 propiedad de una misma familia: la de Raúl Babiloni, socio de Martínez. Y dijo más. Aseguró que fue en 2011 cuando la finca de 2.700 metros pasó a manos de la familia del exvicepresidente provincial. La hija de Martínez la aporta como ampliación de capital de Franvaltur, la empresa familiar, en el año 2012. Es decir, no es que la Generalitat proyectara la obra sobre sus terrenos, sino que se hizo con ellos poco antes de que su propio departamento en la Diputación asumiera el proyecto.

Los terrenos cambiaron de “no imprescindibles” a “necesarios”

A partir de entonces cambia la previsión de terrenos. Moliner explicó en el pleno de enero que el Ayuntamiento de Borriol pidió en 2007 ampliar la superficie para la depuradora a la polémica finca. La respuesta fue: “No es imprescindible pero sería conveniente ante una posible futura ampliación”. En 2009, la Generalitat aprueba la reserva de suelo pero no la ejecuta por problemas financieros.

En noviembre de 2012 se acuerda que sea la Diputación la que lo lleve a término y que se haga en cuatro parcelas entre las que no se encuentra la de los Martínez. Pero entonces el ayuntamiento de Borriol pidió a la diputación una “aclaración” sobre los terrenos que debía expropiar y desde la institución se remitió un escrito, en mayo de 2013, en el que se incluye el solar adquirido antes por los Martínez como “terreno necesario” para la obra. Una necesidad cuestionable puesto que Moliner admitió el mes pasado que eran innecesarios, la eliminó del plan y mantuvo la obra sobre el resto de fincas vinculadas al socio del exvicepresidente. El equipo de gobierno de Borriol debía haber aprobado la expropiación por 140.000 euros pero una crisis de gobierno lo impidió.

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El escándalo de la depuradora se ha cobrado ya dos cabezas. La de Martínez (cesado por Moliner) y la del alcalde de Borriol. Santamaría renunció este martes a su acta de diputado provincial en un pleno por la mañana y presentó su dimisión como alcalde en el pleno de su ayuntamiento por la tarde. El regidor negó que su marcha se deba a esta polémica y acusó a la oposición (sin decirlo directamente) de tenderle una trampa. “Esperaban que yo cayera en esa trampa, aprobara el proyecto y al día siguiente estuviera en los juzgados”, dijo. Santamaría sigue manteniendo que no sabía que la finca estuviera vinculada a Martínez.

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