Duran rechaza intervenir en el congreso que Unió celebra este fin de semana

Unió Democràtica de Catalunya celebra mañana un congreso extraordinario para actualizar sus estatutos e introducir, aunque muy tímidamente, asuntos como la limitación de mandatos o las primarias. Los democristianos han querido darle a esta reunión la máxima trascendencia y han convocado a un millar de militantes en un hotel de Sitges para debatir sobre el futuro de la organización del partido. Sin embargo, el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, prevé adoptar un perfil bajo en este congreso. Aunque el encuentro no debatirá directamente sobre el proceso soberanista que tanto incomoda a Duran, este no tiene previsto intervenir. Este gesto, inédito en la historia reciente de los congresos de partidos catalanes, ha provocado extrañeza incluso dentro de los cuadros de Unió.

El protagonismo del congreso lo tendrán los dos nombres que más fuerza han cobrado los últimos meses para suceder a Duran al frente del partido. Se trata del consejero de Interior y presidente del consejo nacional del partido, Ramon Espadaler; y del titular de Agricultura y secretario general de Unió, Josep Maria Pelegrí. Estos confirmaron ayer que Duran no tiene previsto intervenir ni en abierto ante los medios ni tampoco a puerta cerrada.

El líder de Unió no esconde que la actual situación política no es de su agrado. Incluso ha admitido que el partido podría romperse en caso de tener que responder ahora con un sí o un no a la eventual independencia de Cataluña. En este contexto, Duran ha decidido intervenir en el congreso solo si se lo piden directamente las bases durante el debate de la ponencia. El líder democristiano sí hablará hoy, aunque fuera del congreso, en el marco de unas jornadas sobre el futuro de Europa organizadas por la fundación del partido.