Piden 4.320 euros de multa para tres coraleros furtivos de Girona

Tres conocidos coraleros furtivos de las comarcas de Girona se han sentado de nuevo este martes en el banquillo de los acusados. Se les acusa de sacar 13 kilos de coral rojo (corallium rubrum) de la Foradada, una zona a caballo del Alt y Baix Empordà, donde por ley no se pueden extraer las preciadas estructuras de carbonato cálcico e intenso color rojo que construye esta especie. La fiscal ha pedido para ellos una multa de 4.320 euros y que se les inhabilite durante cinco años para el derecho de pescar.

En el juicio del penal 2 de Girona, han declarado los nueve Agentes Rurales que intervinieron en el dispositivo para localizarles, dos biólogos de la Generalitat y uno de parte de los acusados, los tres coraleros Pere S., Rafael G. y Alberto A.. Los procesados han mantenido que aquel día había salido a buscar gusanos de mar y que los dos sacos de coral que les incautaron en la barca eran de hacía dos años, cuando curiosamente sí disponían de licencia de pesca. En cambio los agentes, han asegurado que cuando encontraron los sacos de coral en aguas de Begur, concretamente en la playa de Sa Riera, todavía estaba vivo porque le salían los pólipos. Más del 80% era de una talla inferior a la legal.

Los hechos por los que hoy han tenido que rendir cuentas con la justicia se remontan al 1 de septiembre de 2009. Sobre las 06.20 horas de la madrugada los Agentes Rurales pillaron a los tres coraleros con 13 kilos de coral rojo extraído de un vedado de pesca y además sin autorización. Tras establecer un dispositivo de seguimiento e intervención contra el furtivismo de coral, cuatro unidades del cuerpo de Agentes Rurales pudieron interceptarles.

Dos de ellos, los que se sumergieron a picar, son vecinos de Palafrugell y con causas pendientes con la administración por el mismo tema. El tercero Alberto A. actuó esta vez de barquero y vigilante. Picaron el coral a pesar de que todos carecían esa temporada de la licencia que concede la Generalitat para extraerlo en aguas interiores de Catalunya. Además lo hicieron entre l’Escala y Torroella de Montgrí, cerca del paraje conocido como la Foradada, donde por ley está siempre prohibido pescar. La normativa califica como zona prohibida para la pesca del coral toda la zona comprendida entre Roses y l’Estartit, ya que todavía no se ha observado una recuperación de este organismo que permita retomar la recolección en esta zona.

Además de las infracciones administrativas, los agentes también les inmovilizaron la embarcación neumática utilizada, que carecía de identificación y documentación, y quedó depositada en la capitanía marítima de Palamós.

Desde 2009 hasta día de hoy los coraleros juzgados han sido denunciados en varias ocasiones por los Rurales y por la Guardia Civil y a pesar de ello, la dirección general de Pesca y Afers Marítims ha seguido concediendo licencias a algunos de ellos.