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Una paliza por una foto

La fiscalía pide cuatro años para cuatro jóvenes por apalear a un hombre La víctima tomó una imagen a la novia de uno de ellos porque ella se lo pidió

Rebeca Carranco

Ramón R. todavía se pregunta por qué. No entiende cómo algo tan inocente como sacar una fotografía a una chica, y encima a petición de ella, pudiese acabar como acabó. Al menos cuatro jóvenes le propinaron una paliza, le golpearon con una máquina perforadora de papeles en la cara y la cabeza y no le dejaron hasta que llegó la policía. La fiscalía pide cuatro años de prisión para ellos, acusados de un delito de lesiones, con el agravante de abuso de superioridad.

Ocurrió a las seis de la mañana del 30 de agosto de 2012, en La Rambla de Barcelona. “Me levanté pronto de casa y salí a caminar”, recuerda Ramón, de 38 años y doctor en Arquitectura, casi dos años después. A la altura de la plaza del Teatro, un grupo de chicas le paró. “Me pidieron que les hiciera una fotografía”, explica. Les tomó varias imágenes, con distinto encuadre, y cuando se disponía a devolverle el teléfono móvil a la joven que se lo había pedido, un chico le interrumpió. “¿Y tú qué haces?”, le dijo, según recoge el escrito del ministerio fiscal.

Las agresiones siguieron en un hotel en el que la víctima se refugió

A partir de ese momento todo se torció. Tanto el relato de Ramón como el de la fiscalía coinciden. El ministerio público sostiene que Ignacio D., novio de la joven que le había pedido que le tomase la fotografía, le “dio un puñetazo en la cara” a Ramón. Ante esa situación y al ver que el joven estaba acompañado de otros muchos chicos, Ramón echó a correr Rambla abajo. No había recorrido ni 100 metros, cuando vio su salvación: el hotel Arc La Rambla tenía la puerta abierta.

De varias zancadas, se metió dentro, con los jóvenes pisándole los talones. Las cámaras de videovigilancia grabaron lo que ocurrió en su interior.

Primero se ve a Ramón, con pantalones cortos y camiseta blanca, que se refugia detrás del mostrador, perseguido por cinco jóvenes que van a toda velocidad tras él. El recepcionista intenta frenarles el paso, sin éxito. Entonces se aprecia cómo varios de los perseguidores golpean a la víctima. Uno de ellos utiliza un objeto grande y contundente para pegarle. Luego la fiscalía explicará que se trata de una máquina perforadora de papel.

El recepcionista asegura que si los golpes duran más “lo matan”

Tras ese momento, en las imágenes se aprecia cómo llegan más jóvenes a la recepción el hotel y uno de ellos incluso intenta separar a los agresores de Ramón. Este se levanta del “carro archivador” en el que acabó metido, según contó luego el recepcionista, y entonces de nuevo uno de los chicos, con camiseta roja, intenta agredirle, pero sus amigos le contienen, y se marchan del hotel.

Pero no llegaron muy lejos. Segundos después, vuelven a entrar, ahora ya sí junto a los Mossos d’Esquadra que han sido alertados de la pelea por una taxista. Pero ni así el joven de la camiseta roja ceja en su empeño de pegar a Ramón otra vez. Para detenerle, la policía le reduce y le tira al suelo. El resto de jóvenes responden encarándose a los Mossos d’Esquadra, que tuvieron que pedir refuerzos, según la minuta policial.

Al final de la grabación, que dura más de 10 minutos, una mujer se acerca al agredido. El recepcionista contará más tarde al juez que la joven era la novia de Ignacio D, la que pidió a Ramón que le tomase la fotografía. El trabajador del hotel aseguró que la mujer estuvo “como pidiéndole perdón”. “También le dijo que se habían pasado y que no entendía como podían hacer esto. Que incluso se enfadó con su novio”, recoge la declaración.

La víctima pide que los acusados sean acusados de tentativa de homicidio

La fiscalía considera que de las imágenes se desprende que cuatro jóvenes, todos sin antecedentes, apalearon a Ramón: Pablo C, Ignacio D., Marc S. y Eduardo B. Y pide cuatro años de prisión para ellos.

Los jóvenes negaron en su declaración ante el juez haber pegado a la víctima y alegaron que el inicio de la trifulca fue porque esta pasó el brazo por el cuello de la novia de Ignacio D. A pesar de eso, negaron haber participado en la paliza en el hotel, y uno de ellos incluso esgrimió que aquella noche había bebido mucho. Su abogado declinó hacer comentarios al respecto.

Ramón acabó sangrando “a chorro”, según el recepcionista. Tenía un fuerte golpe en la cabeza que requirió varios puntos, una herida en el ojo izquierdo, donde le golpearon con la máquina de perforar papel, y contusiones por todo el cuerpo. Necesitó 30 días de curación, según explica el fiscal en su escrito. El recepcionista declaró que si la paliza llega a durar más, “lo matan”. Por ello, Ramón lamenta que la fiscalía haya calificado los hechos como un delito de lesiones.

Considera que sus agresores deberían responder por un homicidio en grado de tentativa. En seis meses, aproximadamente, está previsto que se celebre el juicio. Ramón sigue pensando en lo que le ocurrió y no encuentra un sentido. “Fue en la calle, sin más. Le podría haber pasado a cualquiera”, reflexiona, aún a día de hoy con desconcierto.

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Sobre la firma

Rebeca Carranco
Reportera especializada en temas de seguridad y sucesos. Ha trabajado en las redacciones de Madrid, Málaga y Girona, y actualmente desempeña su trabajo en Barcelona. Como colaboradora, ha contado con secciones en la SER, TV3 y en Catalunya Ràdio. Ha sido premiada por la Asociación de Dones Periodistes por su tratamiento de la violencia machista.

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