El juzgado anula las preferentes de una mujer que falleció a las puertas del juicio
El juez obliga a Bankia a devolver los 23.000 euros invertidos
El Juzgado de Primera Instrucción número 1 de Valencia ha anulado el contrato de participaciones preferentes suscrito por una demandante que falleció la pasada semana en la Ciudad de la Justicia de Valencia mientras se juzgaba su caso y el de su marido por la compra en 2009 de 23.000 euros en preferentes de Caja Madrid, actualmente Bankia.
La mujer, que tenía 70 años, murió antes de entrar a declarar en la vista. Mientras testificaba su cónyuge, la víctima se sintió indispuesta y falleció ante el juzgado sin que los funcionarios pudieran hacer nada por reanimarla.
En la sentencia sobre este caso, el juez condena a Bankia a la devolución de la suma reclamada de 23.000 euros, más los intereses legales devengados desde la fecha de suscripción de la orden de compra
El juzgado entiende que hubo "vicio" o "dolo" en el consentimiento prestado para el otorgamiento del contrato que firmó con la entidad, debido a la "probada mala praxis" en que incurrió Caja Madrid a la hora de informar de las características del producto y del riesgo en el que incurrían los clientes.
En concreto, fundamenta la existencia de vicio en el consentimiento prestado para el otorgamiento del contrato por causa de "error y dolo", pues Bankia -entonces Caja Madrid- "incumplió la exigencia legal de transparencia, diligencia y deber de información sobre las características y riesgo del producto pese al perfil minorista y conservador de la demandante, y a la que se ofertó engañosamente un producto sin cumplir la obligación de información", tal y como señala la sentencia.
Asimismo, el juzgado considera probado que la entonces directiva de Caja Madrid que le vendió el producto no recabó información previa de su perfil inversor, ni le hizo leer, ni firmar el test de idoneidad.
El presidente de la Asociación de Afectados por Preferentes (Apabanc) y uno de los letrados que se encontraban en la Ciudad de la Justicia en el momento del fallecimiento de la demandante, Ricard Torres, ha destacado en un comunicado su "gran respeto" por "una mujer que desde el principio siempre ha luchado por sus derechos, y que no dudó en exigirlos ante los tribunales".
"Como asociada de Apabanc sentimos profundamente su fallecimiento, pero, al menos, nos ha quedado a todos la sensación de que se ha hecho especialmente justicia en su caso", ha manifestado.
Este mujer, de 70 años y azafata de vuelo jubilada, adquirió en 2009 participaciones preferentes de Caja Madrid en una sucursal del centro de Valencia, "con el convencimiento de que estaba adquiriendo un deposito a plazo fijo", ha asegurado.
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