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Madrid, después de la tormenta

Seis años de crisis han duplicado el paro registrado en la capital, han congelado PIB e I+D, han reducido la población extranjera y han restado diversificación a la economía madrileña

Hace solo siete años, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), entonces alcalde, presumía de Madrid como tercera capital europea, por detrás de Londres y París, y apostaba por "rebasarlas". La crisis económica que sacude a España desde entonces ha provocado todo lo contrario: la capital ha perdido dos puestos en ese ránking (que elabora el propio Ayuntamiento), superada por Berlín y Frankfurt. Y, según un estudio de la Comisión Europea, los madrileños se lamentan además de una notable pérdida de calidad de vida.

Pero el paisaje tras la tormenta deja daños de mayor consideración. El paro registrado se duplicó entre febrero de 2008 y diciembre de 2013, de 123.402 a 247.386 personas. Madrid perdió población por la marcha de inmigrantes: entre 2008 y 2014, pasó de 3.246.00 a 3.176.508 habitantes, al irse una cuarta parte de extranjeros. Y el impacto sobre el Producto Interior Bruto aún no ha sido mesurado en su totalidad, pero si en 2008 se estimaba en 130.000 millones de euros, en 2011 había descendido a 124.780 millones. La capital ha pasado de sumar el 67% de la riqueza de la región y el 11,9% del país al 65,9% y el 11,6%, respectivamente.

En resumen, la crisis no sólo ha minado la economía y calidad de vida de los madrileños, sino que ha disminuido además su peso específico en Europa y España.

Más servicios, igual I+D. La crisis no ha servido para diversificar la economía madrileña, más bien al contrario: en 2008, el sector servicios (principalmente, inmobiliaria y alquiler) copaba el 83,5% de la actividad; en 2011, era el 85,9%. La industria pasó del 7,6% al 7,9%, y la construcción del 8,8% al 6,1%. La agricultura (0,1%) sigue siendo residual.

Pese a todo, la inversión en I+D se mantuvo en el 2,7% del PIB: en 2010 sumó 3.855 millones (el 26,4% del total nacional), frente a los 3.584 millones de tres años antes (el 26,9%). Se sostuvo sin embargo por la inversión pública, pues el gasto de las empresas disminuyó. La cifra de estudiantes universitarios creció: de 540 a 647 por cada millar de jóvenes de 18 a 25 años (la media española son 377) entre 2008 y 2013.

El informe económico presentado ayer por el Ayuntamiento de Madrid, regido desde 2012 por Ana Botella (PP), sostiene que "la crisis suscita riesgos de cara al futuro, no derivados de la pérdida de actividad y afiliación sino también por el deterioro de actividades como el I+D o las industrias creativas".

Refugio de inversores. Madrid se ha convertido en refugio dentro de España para la inversión extranjera: en 2011, la región concentró el 67,7% del capital entrante, frente al 32,4% de 2008; con el saliente sucedió lo contrario: pasó del 86% al 47,2%.

El sector turístico floreció durante la crisis para estrellarse en 2013 por el bajón del aeropuerto de Barajas. La capital, que pasó de 7,3 a 8,3 millones de viajeros entre 2007 y 2011, cerró 2013 con 7,5 millones. En cuanto a pernoctaciones, pasó de 14 a 16,4 millones, para volver a 14,9 a finales de este año.

La burbuja inmobiliaria. Entre 1997 y 2007 se construyeron en la capital 192.549 viviendas, casi un 30% más de las que se creían necesarias antes de la burbuja inmobiliaria. Entre 2008 y 2012, se hicieron 23.000 más. Pese a todo, sólo quedan 60.000 pisos sin vender en toda la región.

El precio del metro cuadrado de vivienda nueva pasó de 1.704 euros en diciembre de 1999 a 3.978 en junio de 2007 y 2.982 en diciembre de 2012.

Menos ingresos, mayor pobreza

En febrero de 2008, el paro llevaba meses dando muestras de ser un problema de primer orden, pese a que no hacía ni medio año que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, había anunciado que España lograría el pleno empleo antes de 2012.

Entonces, el país tenía 2,3 millones de parados registrados, la Comunidad de Madrid 255.300 y la capital 123.400. En diciembre de 2013, esas cifras se habían doblado: España tenía 4,7 millones (un 103% más), la región 535.600 (110%) y la capital 247.400 (100%).

Las mujeres ganan terreno. En 2008, las mujeres suponían el 53,8% de los parados registrados; seis años después, eran el 50,3%.

La edad, factor de riesgo. El paro entre los menores de 30 años aumentó un 43% (de 27.180 a 38.802); entre 30 y 44 años, un 101% (de 49.099 a 98.752); y entre los mayores de 45 años, un 133% (de 47.123 a 109.832).

Estudios, pero no muchos. Los parados sin estudios o solo con educación primaria crecieron un 236% (de 17.742 a 59.693); con educación secundaria, un 59% (de 81.580 a 129.780); y con estudios superiores, un 141% (de 24.059 a 57.913).

Solo resiste la agricultura. Madrid es una ciudad de servicios, y a este sector pertenecen la mayoría de parados. Los parados sin empleo anterior crecieron un 92% (de 5.054 a 9.714); en el sector agrícola y pesquero, un 16,2% (de 1.608 a 1.868); en la industria, un 110% (de 7.398 a 15.567); en la construcción, un 105% (de 14.566 a 29.842); y en los servicios, un 101% (de 94.776 a 190.395).

Caen ingresos y gastos. El ingreso medio por hogar cayó de 26.600 euros netos en 2008 a 25.1094 en 2010. Por persona, de 9.865 a 9.446 euros. Los gastos (vivienda incluida) también descendieron: de 31.953 a 29.782 euros por hogar, y de 11.801 a 11.161 por persona. En 2006, la cifra madrileña era un 18% superior a la media nacional; en 2010, un 25%.

Crece el riesgo de pobreza. En 2008, un 13% de la población estaba en riesgo de pobreza; en 2010, un 15,6% (frente al 21,8% de la media nacional). Los índices de desigualdad apenas han crecido en la capital, frente al aumento nacional. En 2008, el 26,4% de madrileños no podía permitirse una semana de vacaciones; en 2011, era el 36,4%. En 2007, el 51,3% tenía dificultades para llegar a fin de mes. En 2011, el 60%.

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