Varapalos judiciales de norte a sur

La mayoría de reveses judiciales se concentran en Alicante y en Castellón. El PGOU de Benissa fue anulado por el Tribunal Supremo en septiembre de 2012 por “no haber expuesto a información pública aspectos esenciales”. El PGOU transitorio de Dénia también fue tumbado por el Supremo porque que no quedaba acreditado que se hubieran incorporado determinas condiciones de informes previos, el de San Miguel de Salinas no tenía la Evaluación Ambiental Estratégica y el de Monforte del Cid carecía del preceptivo informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

También se paralizaron cuatro PAI. El más destacado fue el Plan Rabassa de Alicante, con 13.500 viviendas, y que acumula cuatro sentencias contrarias por la vía del contencioso administrativa y otra por la vía penal. Los fallos inciden en irregularidades en la tramitación, falta de recursos hídricos o que el Ayuntamiento adjudicó primero el agente urbanizador y un año después aprobó el PAI. Los otros tres casos son el de Fuentes del Algar, que no tenía evaluación ambiental, los planes parciales de mejora U.E. 7.5 en Aspe y el Sector 8 de Teulatería, ambos sin informes de la CHJ.

La justicia también tumbó los planes urbanísticos más importantes proyectados en la provincia de Castellón: el PAI Marina d’Or Golf y el PGOU de la capital. Y en ambos casos, los varapalos han venido por repetido. Hasta tres veces le ha tenido que decir el Tribunal Supremo al Ayuntamiento de Castellón que su planeamiento urbanístico aprobado en 2000 es nulo. El último fallo llegó en diciembre del año pasado. El alcalde, Alfonso Bataller, se ha visto obligado a iniciar la redacción de un nuevo PGOU adaptado a la época actual.

El PAI Marina d’Or Golf, que fue conocido como “el mayor de Europa”, ha sido anulado en dos ocasiones. El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano anuló el proyecto, de 18 millones de metros cuadrados y una previsión de 35.000 viviendas entre Cabanes y Oropesa, por un defecto formal: la licitación no fue publicada en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas. Este año, el TSJ ha dictado otra sentencia que vuelve a anularlo por otro motivo. En esta ocasión, por incumplir la normativa en la declaración de impacto ambiental. Este PAI fue uno de los que crecieron bajo las expectativas del auge turístico que debía generar el aeropuerto de Castellón y contaba con una cesión de suelo para que la Generalitat desarrollara el parque temático Mundo Ilusión, paralizado años atrás. El Supremo tumbó el año pasado el PAI Benicàssim Golf, de dos millones de metros y una previsión de más de 2.000 viviendas. El fallo anuló el acuerdo municipal que dio vía libre al plan al carecer del informe de la Confederación para asegurar los recursos hídricos y porque se proyectó sobre una zona húmeda que debe protegerse.

En otros casos ha sido el propio Consell el que ha frenado las aspiraciones urbanísticas. En Moncofa, con 7.000 habitantes, se proyectó una ciudad para 120.000. Allí, donde los tribunales ya hace años que paralizaron otro gran PAI, el Consell ha puesto trabas al desarrollo de otro PAI de golf que preveía urbanizar 2,3 millones de metros, 10.000 viviendas y una marina, debido a la existencia de bloques enteros apenas sin habitar.

En la provincia de Valencia el único PGOU anulado por el Supremo por falta de agua ha sido el de Enguera. Y se tumbaron el Plan del sector Pinaret en Ador, el del Llano del Cura, el del polígono industrial de Chelva, Plans de Nàquera y Nou Mil.leni de Catarroja.