El DHUB ya no es el DHUB
El Ayuntamiento prescinde del acrónimo que creó en 2008 para el edificio de Bohigas El Museo del Diseño se inaugurará en diciembre con cuatro exposiciones
Que el edificio construido en la plaza de les Glòries por Oriol Bohigas y David Mackay es de otra época, dan fe sus más de 25.000 metros cuadrados de superficie útil. También, el que hasta ahora se le conocía con el acrónimo de DHUB, de Disseny Hub Barcelona, que cada uno pronunciaba como buenamente podía; una forma de llamarlo creada en 2008 en un momento en el que estaba de moda nombrar a los equipamientos con nombres complicados tipo Mnac, Macba y CCCB. Pero esto se ha acabado. El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido que el edificio que acogerá el Museo del Diseño de Barcelona —donde ya funciona, desde finales de 2013 la Biblioteca Josep Benet, el FAD y el BCD (otros acrónimos)—, ya no se llamará DHUB. Solo Disseny Hub Barcelona. Algo surrealista que deja ver que se apuesta por el nombre y la marca Barcelona. ¡A partir de ahora, a quien diga DHUB le caerá un rayo!, aseguran fuentes municipales.
Lo explicaron ayer el concejal de Cultura Jaume Ciurana y Pilar Vélez, directora del museo del diseño barcelonés, tras dar a conocer las grandes líneas de este nuevo equipamiento que abrirá sus puertas en diciembre. Nacido de la suma de cuatro museos barceloneses: el Museo de Artes Decorativas, Cerámica, Textil y Artes Gráficas, el nuevo museo cuenta con un fondo de 70.000 objetos de lo más variados: vestidos, muebles, cerámicas, objetos de hierro o vidrio. Pequeños como dedales y enormes como carruajes. Solo se expondrán 2.000, que “mostrarán la evolución de las artes decorativas a las llamadas artes de autor contemporáneas y al diseño, que ha sido y es un gran activo de Barcelona”, aseguró Vélez. Hace un año cerró sus puertas el museo en Pedralbes para comenzar el traslado de las obras. Las piezas no se han movido del palacio de la Diagonal, según se explicó, ya que antes se han revisado y restaurado las que lo necesitaban. Ayer, en los compactos situados en los 2.000 metros cuadrados de la zona de reserva, solo podían verse algunas de las 3.000 piezas que ya han viajado a Glóries. Son sillas, cómodas y armarios de diferentes épocas y estilos que estaban almacenadas hasta ahora en un almacén de Rubí. “Es lo primero que se ha trasladado porque se pagaba alquiler”, apuntó Ciurana. Este mes comenzará el traslado de las obras, una labor “muy intensa” que está prevista que se alargue hasta diciembre de 2015. La última en llegar será la colección de carruajes.
La museografía del Museo del Diseño se pagará con dinero sobrante del Born CC
Cuando abra sus puertas, el nuevo museo lo hará con cinco exposiciones de producción propia, cuatro permanentes: Del mundo al museo, que aborda el diseño de productos desde 1930; ¡Extraordinarias!, que mostrará las colecciones de artes decorativas desde el siglo III hasta el siglo XX; El cuerpo vestido, con la moda desde 1550 hasta 2014, y El diseño gráfico: de oficio a profesión, centrada en la publicidad y el grafismo desde los años 40. Estarán abiertas unos cinco años. En febrero de 2015 se inaugurará la primera temporal titulada, provisionalmente, Diseño para vivir, comisariada por Oscar Guayabero.
Según Vélez, el presupuesto de funcionamiento para este año es de 2,5 millones y cuenta con otros 2,9 millones para la museografía, que será “flexible y en renovación constante”. Lo curioso es que los fondos para realizarla provienen, en parte, de otro equipamiento estrella como es el BornCC. “Al final como los dos los ha construido BIMSA [la empresa municipal], parte de los diez millones que se ha ahorrado en la licitación del Born se han podido destinar a la museografía del museo del diseño”, explicó Ciurana que ha expresado su confianza de que el nuevo museo consolide el polo cultural de Glòries formado por el Museo, el Auditorio, los nuevos Encants y el TNC. Ciurana también volvió a dejar claro que no ha renunciado a la pantalla de leds que se proyectó como seña de identidad del nuevo centro y que fue descartada, por presión del PP, a finales de 2011, asegurando que costaba un millón de euros. “Cuando la plaza esté terminada se retomará”, aseguró. Al final, el urbanista Cerdà tendrá razón y el centro de Barcelona se situará en esta plaza que él diseñó, pero que no reconocería, de tantas veces que se ha reurbanizado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.