Cataluña absorberá el ‘stock’ de viviendas nuevas en cuatro años

Cataluña tardará cuatro años en zafarse del stock de viviendas de obra nueva que acumula sin vender, en línea al tiempo que necesitará el conjunto de España para deshacerse de todas esas casas, según la tasadora Tinsa. Según estimaciones de la Generalitat, en Cataluña se acumulan unas 80.000 viviendas, que el Ministerio de Fomento eleva a 87.000 a cierre de 2012. A ello contribuirá la estabilización de la demanda a partir del año que viene y la reactivación de la construcción de nuevos edificios de casas “como muy tarde en el segundo semestre de 2015”.

El director de director de Desarrollo de Negocio y Marketing de Tinsa, Raúl García, previó ayer que en 2018 “el stock que quedará será técnico o estructural”. “A nivel nacional esta situación general puede convivir con zonas con una sobreoferta importante”, añadió. El informe que la tasadora presentó ayer sobre las perspectivas del sector señala dos velocidades de salida de la crisis. Por una parte, Barcelona y Girona acumulan viviendas procedentes de las entidades financieras, cuyos precios van a descender de forma mucho más moderada.

En Barcelona la demanda se centra en “producto de clase media y media-alta”, mientras que los “productos de baja calidad que en el boom se comercializaban ahora ya no tienen salida”. En Girona abunda el comprador extranjero, en especial el de Francia y Rusia. “Estamos viendo que en la costa se activan más las zonas tradicionales de demanda, como la Costa Brava”, asegura García. Mucho más lenta será la recuperación en Lleida y Tarragona. En la primera provincia el stock se absorbe lentamente, gracias sobre todo al alquiler, pero los excesos siguen “presionando los precios a la baja”. En Tarragona, el mercado está “paralizado”.

Desde que tocó techó en 2007, el precio de la vivienda ha bajado el 49,1% en Cataluña. En L’Hospitalet de Llobregat, Sabadell, Salt y Santa Coloma de Gramenet el valor de las casas cayó por encima del 60%. En la capital catalana lo hicieron el 49,3%, en Girona, el 49,9%; en Lleida, el 46,3%, y en Tarragona, el 54,4%.