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Feminismo en imágenes

Teresa Serrano aborda la cuestión de género y la violencia sobre la mujer con vídeos y fotografías

El País
Una fotografía de Teresa Serrano, incluida en la exposición 'Albur de amor'.
Una fotografía de Teresa Serrano, incluida en la exposición 'Albur de amor'.

La exposición Albur de amor, de la mejicana Teresa Serrano, una de las más contundentes artistas visuales latinoamericanas, utiliza vídeos y fotografías para construir un discurso feminista que se acerca a la cuestión de género, la violencia ejercida sobre la mujer, la pederastia y el control, y aborda los estereotipos y las dificultades de progreso social a los que se enfrentan las mujeres. Albur de amor se inaugurará este viernes en el Artium, donde permanecerá abierta al público hasta el próximo 23 de marzo.

La producción artística de Teresa Serrano (México D. F, 1936) se encuentra plagada de obras de diversa procedencia disciplinar, con las que ha ido construyendo un discurso creativo donde ética y estética, forma y contenido se dan la mano, entrelazándolas estrechamente en una sincera y honda implicación personal y artística. Son diversos los intereses sobre las que ha enfocado su mirada y construido sus obras, pero la inmensa mayoría de ellos se concentran en torno a perspectivas y discursos sobre el género, desde ópticas feministas.

La obras presentes en la exposición se han organizado temáticamente. En relación con la violencia de género, la tensión y la agresividad se incluyen los vídeos Ritual (2000) —realizado a modo de docudrama en torno a la violencia física y psicológica doméstica ejercida por un hombre sobre una mujer en el escenario íntimo de un dormitorio—, La piñata ( 2003) —una durísima y expresiva puesta en escena videoperformática sobre las muertas y desaparecidas de la ciudad de Juárez, a la que acompañan una serie de fotografías de los lugares donde vivían la mayoría de las chicas asesinadas impunemente— y The other room (2001), una deconstrucción de una película de los años 40a, en la que la escena se divide en tres partes llenas de tensión y violencia.

Con respecto al control y la posesión del otro, se exhiben varias obras audiovisuales, como por ejemplo Mía (1998-99), dividida en cuatro partes, con la que aborda el problema del acoso sexual y el sentido de posesión machista. La Mesa (2007) ahonda en la lucha por el espacio propio. Control remoto (2001), sobre las tensiones y dificultades con sus nuevas parejas de las madres solteras con hijos.

A estos vídeos hay que añadirles tres poderosas fotografías, que evocan la lacra social de la pederastia, agrupadas bajo el título Serie los miedos.

Gran cinéfila, Teresa Serrano ha ampliado el campo y enfoque de sus vídeos haciendo uso de lenguajes cinematográficos, especialmente en algunas de su obras audiovisuales, como en A room of her own (2003), sobre los miedos, estados de ánimo y ansiedad de una mujer en un momento de su vida; y Boca de tabla (2007), un vídeo filmado en una espaciosa y bella casa, donde una mujer de mediana edad recorre en solitario los espacios reiteradamente, inquieta. Ambos se integran en un apartado relativo a las obsesiones y miedos propios.

Bajo la común denominación de Aislamiento versus comunicación, la exposición agrupa el vídeo Restraint (2006), en el que la propia artista aprieta un timbre de mesa, que no puede dejar de accionar, a pesar de que el chillón sonido de su llamada le resulta insoportable; y el denominado Y el sonido de la voz tiene sombra, una videoperformance realizada por Teresa Serrano y la artista brasileña Leonora de Barros que versa sobre la comunicación y la dificultad de mantenerla a pesar de sentirse absolutamente necesaria.

Bajo el titulo de Prototipos femeninos corporales e identitarios deconstruidos y paródicos la muestra incluye la pieza audiovisual WW (2006), con el acompañamiento de la fotografía Wonder Woman, representando la escena final del vídeo. Una historia sobre una Wonder Woman, madura y vulnerable, en tono paródico, que a su vez es una metáfora sobre la imposibilidad de ser una super mujer en la sociedad, a pesar de las presiones de todo tipo para serlo.

Paralelamente, bajo el epígrafe de Working women and angry ones se alude a las discriminaciones que aún siguen sufriendo las mujeres en el ámbito laboral, y que el vídeo de la artista Glass Ceiling (2008) ejemplifica mediante una mujer que intenta acceder por una escalera a un edificio de oficinas, siendo ralentizado su ascenso por un hombre que logra impedir que suba antes que él.

Finalmente, con el título de Nuevos caminos: cambios, deconstrucciones y reconstrucciones, se establece un apartado que sirve como colofón y espacio para nuevos enfoques y caminos, que despojan y deconstruyen las conductas estereotipadas y los clichés femeninos clásicos, como en el proyecto Efecto camaleón (2004), integrado por el vídeo del mismo nombre y las series fotográficas Removing the Stain (lipstick) y Undress. Y la apuesta por el relato visual de la solidaridad y la necesidad de deconstruir lo aprendido y volverlo a construir desde nuevas ópticas en el audiovisual Untitled (2006).

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