Bonet dice que las primarias de Barcelona pueden cambiar el PSC

La exsecretaria del Gobierno de la Generalitat y exdiputada del PSC, Laia Bonet, arrancó ayer su campaña y expuso su triple compromiso: cambiar el PSC, generar una nueva cultura política y construir una alternativa al gobierno municipal de CiU.

“No me resigno a que el PSC acabe siendo un partido estéril y vacío”, dijo, al tiempo que se comprometió por trabajar para que “puedan volver” al partido los que se han ido. Los socialistas tienen “muchos deberes pendientes”, añadió la candidata, para quien la recuperación de la credibilidad del PSC “es imposible sin una propuesta útil y viable sobre la relación entre Cataluña y España”

Bonet dejó clara su posición crítica respecto con la actual dirección del PSC cuando dijo que el partido “no puede aceptar una propuesta federal genérica, sin garantías específicas sobre el reconocimiento nacional de Cataluña y una redistribución más equitativa”. Para Bonet, la relación entre el PSC y el PSOE ha de ser “de cooperación leal, sin ninguna sombra de subordinación”.

A la conferencia que pronunció la candidata en el CCCB acudieron, entre otros, el presidente de RBA, Ricardo Rodrigo, y la cineasta Isona Passola. Entre las muestras de apoyo que ha recibido figura el exalcalde de San Sebastián Odón Elorza, el escritor Daniel Vázquez, el actor Carles Flavià o el periodista Sergi Mas.

Maneras de perder

Laia Bonet abogó también por la regeneración democrática e insistió en que las primarias pueden ser la primera piedra de esa nueva etapa. “Prefiero perder con una gran participación que ganar contando votos”, dijo. Por eso explicó que si las primarias consiguen movilizar a miles de ciudadanos, al margen de militantes y simpatizantes, “haremos germinar la semilla del cambio en Barcelona”.

Bonet también realizó una autocrítica sobre los 32 años de gobiernos socialistas en Barcelona y dijo que hubo un exceso de confianza por el éxito del modelo Barcelona y que no fueron capaces de innovar.

La alternativa de la candidata para la ciudad pasa por un nuevo impulso económico, la priorización de la inversión en los barrios que más lo necesitan, una Barcelona sostenible que no expulse a los jóvenes y que recupere la proximidad entre el Ayuntamienro y los ciudadanos.