Condenada a un año por agredir al interventor de TMB en un autobús
La mujer le insultó y golpeó al pedirle que se identificara por no llevar el título de transporte correcto El conductor hizo bajar al resto de pasajeros y cerró las puertas a la espera de que llegara la policía
El juzgado de lo penal número 26 de Barcelona ha condenado a un año de prisión por atentado a una mujer que insultó y golpeó a un interventor de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) que le había pedido que se identificara para denunciarla por no llevar el título de transporte correcto. La sentencia inhabilita a la mujer para el sufragio pasivo durante el tiempo de condena, le obliga a pagar una multa de 180 euros por una falta de lesiones, a indemnizar al interventor con 588 euros por las lesiones causadas y a TMB con 140,99 euros por los perjuicios causados, además de imponerle el pago de las costas procesales.
La sentencia, que fue emitida el pasado 20 de enero y es recurrible, aprecia que el interventor ejercía funciones publicas por lo que debe tener la misma consideración que un agente de la autoridad y, en consecuencia, la conducta de la condenada se considera un delito de atentado. Los hechos juzgados, que se consideran probados, se remontan al 3 de setiembre de 2012 y ocurrieron en el interior de un autobús de la línea 6 de TMB, a la altura del número 160 del paseo de la Zona Franca de Barcelona.
El interventor S.S.C, debidamente identificado y uniformado, requirió a la condenada, S.C.F., que le mostrara el título de transporte, aunque la mujer le dijo que el título que tenía no era el correcto. Cuando el interventor requirió a la pasajera que se identificara para denunciarla, ella se negó y trató de bajar del autobús, por lo que el vehículo se alejó unos metros de la parada, se hizo bajar al resto de pasajeros y se cerraron las puertas a la espera de que llegara la policía.
La actitud nerviosa y agresiva de la mujer fue en aumento hasta el punto que insultó al interventor, le propinó un manotazo en la mano derecha que sostenía la maquina de validación, que cayó al suelo, y le propinó un puñetazo en el hombro. A consecuencia de los hechos, el interventor sufrió policontusiones en el hombro y en la mano derecha y cervicalgía de las que tardó en curar quince días y le impidieron desempeñar sus actividades habituales durante cinco jornadas. Además, el autobús estuvo parado al menos 30 minutos, con el consecuente perjuicio para TMB.
En la sentencia, la juez señala que la condenada no merece la pena mínima por la "absoluta gratuidad" de su conducta y porque "ni siquiera ha mostrado ningún tipo de arrepentimiento (...) como si el recurso a la violencia física se hubiera convertido en arma justificada". Para la juez, está claro que un interventor de autobús no tiene porque asumir como parte de su actividad laboral que se dirijan a el con términos soeces o le lancen un puñetazo.
Además, la magistrada ha acordado enviar al juzgado de instrucción la declaración en la vista oral de un testimonio de la defensa, a cuya versión exculpatoria no da credibilidad, por si pudiera constituir un delito de falso testimonio en causa penal.
Según datos facilitados por TMB, a lo largo del 2013, se llevaron a cabo 32 juicios por incidentes que afectaban empleados de sus autobuses, de los cuales diecisiete terminaron con condena (en dos de ellos el condenado fue un empleado de TMB), nueve juicios acabaron en absolución y seis fueron suspendidos. En número absolutos, las agresiones a empleados de autobús, conductores e inspectores, durante el servicio en 2013 fueron 26; en 2012, 39; y en 2011, 34.
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