Fitur 2014
¿Alguien tiene aquí en cuenta esta segmentación evidente del mercado turístico para diseñar nuestros propios productos y destinos?
Al igual que ocurre con la industria, el turismo en la Comunidad Valenciana se mantiene pacientemente a la espera de un diagnóstico certero que le aparte de la errática senda por la que circula desde hace ya dos décadas. Como le ocurrió al Mariscal de Campo, por no recabar la información relevante para alcanzar sus objetivos, el turismo aquí avanza de victoria en victoria, hasta la derrota final.
En realidad, de no ser por las envidiables condiciones climáticas y naturales de que dispone la Comunidad Valenciana (CV), que lo resisten casi todo, podríamos ser capaces, nosotros solos, de matar a la gallina de los huevos de oro, sin mover un solo dedo. En realidad, con un poco más de tiempo, aún podríamos lograrlo.
Como en nuestra industria, alguien decidió en su día, por razones que se me escapan, que la competitividad en el turismo también tiene que ver con los precios y los salarios bajos. Como también alguien decidió en su día que el mejor indicador del éxito turístico es el incremento en el número de visitantes que recalan en el territorio; de tal manera que, al margen de lo que vengan a hacer aquí, de los motivos de su visita, o de sus niveles de gasto, cuantos más turistas lo hagan, mejor. ¿Por qué? Nadie lo sabe.
No hace falta tener un máster en turismo para interpretar las cifras que el Instituto de Estudios Turísticos, y el INE, ponen a disposición del sector todos los años. Por ejemplo, Niño Becerra (lacartadelabolsa.com) ha puesto de manifiesto que mientras que, entre 2004 y 2013, el número de turistas en España ha aumentado un 13% (7 millones), y el gasto total realizado por éstos, ¡un 27,6%!, sin embargo, el gasto medio diario (GMD), a precios constantes, del turista tipo, tan sólo ha aumentado un euro (de 87 a 88, un 1,3%). Teniendo en cuenta que el GMD es el indicador más aproximado que tenemos de la calidad (y del valor añadido) de nuestro producto turístico, puede concluirse que nuestro turismo avanza mucho en cantidad, y muy poco en calidad (para no separarse mucho de la mediocridad general del modelo productivo reinante).
Los datos también nos indican que el GMD (a precios de 2013) del turista extranjero en España es de 108,4 euros, mientras que en la CV es tan solo de 72,3 euros (el penúltimo lugar del ranking), y bajando. Y en fin, también indican que el turismo de mayor valor añadido es el relacionado con el trabajo y los negocios (154,4 euros), así como con el de salud, deportivo, cultural…, o que el grupo de edad que más gasta es el situado entre 25 y 44 años, o que los visitantes más rentables provienen de los países nórdicos (126euros) y de Suiza (115 euros).
La pregunta del millón es: ¿alguien tiene aquí en cuenta esta segmentación evidente del mercado turístico para diseñar nuestros propios productos y destinos? O por el contrario, ¿confiamos únicamente en las bondades de nuestras condiciones naturales (clima y playas) y nos dedicamos a la promoción, que es mucho más divertida? Si la respuesta es sí a esta última, entonces reconozco que la estrategia es la correcta: ¡todos a Fitur!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.