La basura se instala en Alcorcón
La huelga en la recogida cumple ya una semana y las bolsas forman montañas en las islas El Ayuntamiento denuncia el sabotaje de 40 camiones municipales y 30 contenedores quemados
Las calles de Alcorcón (168.000 habitantes) acumulan miles de kilos de basura (600 toneladas según el Ayuntamiento) justo cuando cuando se cumple una semana del inicio de la huelga de recogida por parte de los trabajadores municipales. Estos se oponen a que la retirada de vidrio en las calles de la localidad la realice la empresa pública sin ánimo de lucro Ecoembes, pese a que no supondría despido de ningún trabajador ni la bajada de sueldos los empleados de la Empresa Municipal de Servicios (Esmasa), encargada de la recogida.
Las bolsas de basura se acumulan desde hace días en las islas de contenedores subterráneos formando montañas, en especial tras el fin de semana. El problema se ha agravado en las últimas horas a consecuencia del fuerte viento que ha rolado en la región, lo que ha provocado que los desperdicios se desperdiguen por los espacios aledaños. Ayer por la mañana era fácil distinguir las zonas en las que habían intervenido los servicios mínimos (fijados en un 50%) dado que presentaban una menor acumulación de suciedad.
El viento y las bajas temperaturas de estos días han evitado que se produzcan fuertes olores o problemas sanitarios. Al menos de momento, ya que el número de bolsas aumenta día a día.
Los representantes de los trabajadores y algunos empleados irrumpieron ayer en el pleno municipal profiriendo gritos en contra de la externalización y contra el alcalde y el equipo de gobierno del PP. El regidor, David Pérez (PP), ordenó que fueran expulsados de la sala. Los policías que estaban en el centro cultural Los Pinos, donde se desarrollaba la sesión plenaria, identificaron a los trabajadores.
La huelga carece del apoyo de los sindicatos USO y UGT, que la han calificado de “sin sentido” por haber sido convocada sin la participación de todos los trabajadores.
Mientras, el Ayuntamiento denunció ayer el sabotaje de 40 camiones de la empresa municipal Esmasa y la rotura de cristales, pinchazos de ruedas, lanzamientos de globos con pintura o desperfectos en los elementos de señalización y maniobras, además de la quema de 30 contenedores desde el inicio de la huelga. Entre los destrozos se hallan además los daños en el vehículo particular de un empleado que cubría los servicios mínimos. El Consistorio también denuncia actos de sabotaje en las islas ecológicas, como colocación de trozos de madera, rotura y obstrucción de las tapas o bloqueo de los ganchos para descargar los contenedores.
David Pérez calificó de “barbarie intolerable” los actos de sabotaje que suponen “un alto coste para los vecinos”. “Estos pagan los sueldos de los trabajadores que se niegan a recoger la basura sin que haya ninguna razón laboral para ello: ni recortes salariales ni despido alguno”, reiteró el alcalde. Fuentes municipales han destacado que no piensan sentarse a negociar con los representantes de los trabajadores hasta que pongan fin a la huelga y la ciudad esté limpia.
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