Junqueras insiste en paralizar la economía catalana para forzar la consulta
"Hay muchas formas de demostrar sentir la fuerza democrática de la gente", dice el republicano Las patronales rechazan la propuesta pero demandan concreción
La amenaza de paralizar la economía catalana que Oriol Junqueras hizo en noviembre le valió todo tipo de críticas, empezando por las del Gobierno catalán. El aluvión de reproches no afectó al líder de ERC, que este lunes, en un almuerzo con la Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios de Cataluña (AIJEC), se reafirmó en sus posiciones. "Estoy preocupado porque leí en la prensa, semanas atrás, que quería paralizar la economía catalana una semana", le reprochó un empresario. Como respuesta, Junqueras evitó citar de nuevo la amenaza pero dejó claro que continúa pensando en el cierre patronal y la huelga de los trabajadores como instrumento de presión. "Diré y continuaré diciendo que no nos resignaremos a no votar, y defenderemos el derecho a votar a través de todos los derechos democráticos. Y por lo tanto continuaré afirmando lo mismo. Hay muchas maneras de demostrar la fuerza democrática de la gente, y no nos resignaremos".
Para justificar su amenaza, Junqueras echó mano de las cifras de déficit fiscal que siempre usa Esquerra: "Celebro que preocupe qué pasa en la economía en una semana, pero a mi me interesa lo que pasa en 52 semanas, en un año: desparecen 16.000 millones de euros". El republicano intentó ganarse a los empresarios con un discurso en el que defendió su papel para hacer funcionar la economía. "¿Es usted 'business friendly'?, le interrogó otro de los presentes, aludiendo a una expresión que hizo famosa el presidente Artur Mas en la campaña de 2010. "Se podría decir, según como se interprete. Lo que soy es 'country friendly'. Es bueno que alguien le diga a los empresarios que sus intereses son coincidentes con los de la mayoría de la población".
Los intentos de Junqueras de ganarse al empresariado resultaron en balde. Las patronales mostraron su incredulidad con la propuesta, que fue fruto de comentarios en, al menos, las juntas directivas de Fomento del Trabajo y de la organización vallesana Cecot. "Fomento no puede ver con tranquilidad cualquier iniciativa que pueda dañar esta incipiente recuperación de la economía", señaló un portavoz de Fomento, la mayor organización empresarial catalana.
Todos los miembros de patronales consultados por este diario demandaron más detalle para poder valorar la propuesta de Junqueras, aunque el tono de sus respuestas fue de oposición. "Nos tendría que explicar a qué se refiere. ¿Habla de dejar de pagar impuestos? ¿De un cierre patronal? ¿De que los sindicatos dejen de trabajar", dijo Eusebi Cima, vicepresidente de Fepime, la organización de pymes de Fomento, quien confesó no saber "cómo se para una economía" La misma opinión ofreció David Garrofé, secretario general de la Cecot: "Quizás viene, nos lo explica y tiene sentido, pero creo que nuestras empresas no lo entenderían".
El menos crítico con Junqueras fue Albert Pont, presidente del independentista Cercle Català de Negocis, que "una opción de este calibre ha de estar muy justificada para que se pueda estudiar". Una de ellas sería "que esté en peligro el sistema democrático. Sería un plan C o D", concluyó.
Los partidos ya rechazaron de forma unánime la propuesta de Junqueras en noviembre. "La economía catalana no puede parar ni dos horas", respondió el consejero de Empresa catalán, Felip Puig. Más contundente fue Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, que le acusó de "no tener dos dedos de frente". La líder del PP, Alícia Sánchez-Camacho, lo tildó de "kamikaze", y de "insensato" lo calificó Antonio Balmón, secretario de Acción Política del PSC.
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