Legislatura a golpe de decreto ley

Alberto Fabra se ha convertido ya en el presidente de la Generalitat que más veces ha recurrido al decreto ley para legislar. Una figura pensada con carácter excepcional y que ejemplifica la brecha abierta entre el PP y la oposición tras estallar el caso de los trajes de la trama Gürtel en 2009.

Fabra arrancó la legislatura en 2011 con dos decretos ley de medidas urgentes para reestructurar el sector público de la Generalitat y facilitar la implantación de actuaciones territoriales. Tantos decretos como proyectos de ley. En 2012 fueron siete (cuatro con carácter urgente), y todos relacionados con los recortes y la crisis económica. Dos de ellos, según figura en la propia base de datos de las Cortes, tramitados posteriormente como proyectos de ley para permitir que la oposición presentase enmiendas. El año pasado, el Consell volvió a cursar otros cuatro decretos ley. De nuevo, tantos decretos como proyectos de ley. Y la gran mayoría relacionados con los ajustes presupuestarios y la introducción de medidas de estímulo.

La crisis ha condicionado tanto a Fabra que, si se exceptúa el cierre de RTVV y las regulaciones de carácter económico, el Consell solo ha legislado para ordenar la carta de derechos sociales, las uniones de hecho formalizadas, la violencia contra la mujer, dar el visto bueno al Colegio de Criminólogos y reconocer una universidad privada.

Un contexto sobre el que los populares defenderán, en el próximo periodo de sesiones, la reducción de 99 a 79 en el número de diputados de las Cortes a través de un proyecto de ley de reforma del Estatut condenado al fracaso.