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“¿Pero dónde está el cuadro?”

Aguirre lanza una investigación política en el PP madrileño para hallar la obra de Antonio de Felipe esfumada en el Ayuntamiento

El cuadro desaparecido, Cibeles láctea, del artista Antonio de Felipe
El cuadro desaparecido, Cibeles láctea, del artista Antonio de Felipe

En paralelo a las pesquisas oficiales del Ayuntamiento de Madrid, tan meticulosas como lentas, la presidenta regional del Partido Popular, Esperanza Aguirre, ha lanzado una investigación política para averiguar ya no tanto el paradero del cuadro de Antonio de Felipe desaparecido en el Ayuntamiento, sino la posibilidad de que alguna persona de su confianza esté detrás del incidente.

“¿Pero dónde está el cuadro?”, coinciden varias fuentes en poner en su boca, después de que en la reunión de la Junta Directiva Regional del PP madrileño del pasado miércoles fuese tema de conversación preferente.

Según fuentes de confianza de la presidenta, Aguirre, a la que siempre obsesionó transmitir una imagen de austeridad, quedó muy tocada por cómo proliferó la trama corrupta Gürtel entre su gente, y está obsesionada porque no se repita un caso como el del exconsejero Alberto López Viejo para poder así seguir calificándolo de aislado.

“Esperanza ha dado orden de que el cuadro tiene que aparecer”, se asegura en despachos municipales. “Aguirre ha llamado a toda España y parte del extranjero”, añade un edil. Y, a quien no ha llamado Aguirre, le ha llamado Beltrán Gutiérrez, gerente del PP madrileño y de la máxima confianza de la presidenta. El reparto de funciones tiene otra explicación: detrás de este incidente hay una batalla política a muerte entre altos cargos del PP madrileño.

Incluso desde el mismo inicio de la historia: Antonio de Felipe cedió al Ayuntamiento un cuadro de la Cibeles tirada por vacas tras una exposición en 1996. Según el director del centro Casa de Vacas —dependiente de la Junta de Retiro— entre 1998 y 2005, Francisco Javier Ramírez Caro, la obra estuvo colgada en varios despachos y terminó en 2003 en el de la entonces edil, Elena González Moñux. Ramírez es ahora director del Instituto Regional de Realojamiento e Integración Social; salió de Retiro por sus choques con Moñux.

La concejal, que es viceconsejera de Justicia desde 2012, asegura que el cuadro le horrorizaba y que lo perdió de vista al mudarse de distrito en 2007 a Fuencarral-El Pardo. Sin embargo, su sucesor en Retiro, Luis Asúa (ya prácticamente fuera de la política), dice que ella misma le llamó para pedirle que le enviara el cuadro a Fuencarral. Allí no está, como ha constatado el actual concejal, José Antonio González de la Rosa.

¿Por qué este súbito interés por el cuadro tantos años después? Ramírez, muy amigo del artista, llamó a Retiro para transmitir el interés de este en contar con su obra cedida al Ayuntamiento para una antológica que está preparando en Valencia. Con la mediación de Ramírez, el pintor solicitó, entre otros, el cuadro ahora desaparecido. Fue entonces, justo antes de Navidad, cuando se puso patas arriba la Junta de Retiro para encontrarlo. Sin éxito.

Ha sido la propia Aguirre la que, muy alterada, ha inquirido a Moñux por el cuadro. La viceconsejera es persona de su confianza desde que hace años en los inicios de su carrera política, estaba muy ligada a Alberto Ruiz-Gallardón. Pero, abiertas ya las hostilidades entre el entonces alcalde de Madrid y la entonces presidenta regional, Moñux cambió de bando y Aguirre la acogió con los brazos abiertos. “En un principio, Esperanza te da toda la confianza del mundo; pero ahora se ha dado cuenta de que quizá se equivocó”, asegura un alto cargo muy crítico con la gestión de Moñux.

Esta, sin embargo, niega por activa y por pasiva tener nada que ver con la desaparición del cuadro y pone en duda que le deba preguntar a ella y no a su sucesor. Este replica que hay varios funcionarios municipales que pueden atestiguar que Moñux se llevó el cuadro cuando se fue a Fuencarral.

¿Puede ser que el cuadro simplemente se haya extraviado en algún trastero? Pese a su relativo valor (12.000 euros), la obra no fue incluida en el inventario municipal cuando la donó el artista.

Hay una foto que demuestra que en mayo de 2006 colgaba del despacho de Moñux en la Junta de Retiro. Nada más se sabe, excepto que ha sido buscada meticulosamente en Retiro y en Fuencarral sin éxito.

El Ayuntamiento ha abierto una investigación, que se ha iniciado con la constatación por escrito del artista de que el cuadro efectivamente lo donó a la junta tras la exposición. Además, se ha preguntado también al área municipal de Las Artes para confirmar que no estaba inventariado.

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